¿Existe relación entre la diabetes y la artritis?

Diabetes y artritis

Existe la creencia de que la diabetes y la artritis están directamente relacionadas, cuando realmente no es así. No existe una relación causa-efecto entre ambas enfermedades, sin embargo diabetes y artritis coexisten en muchos casos. Para aprender acerca de estas dos enfermedades, hablaremos de cada una de ellas, sus características y métodos de prevención.

Sobre la artritis

El término artritis significa inflamación de las articulaciones. Hay varios tipos de artritis, aunque los más habituales son los siguientes:

La artritis reumatoide (AR)

Es una enfermedad de las denominadas como autoinmune (como la diabetes tipo 1), en las que el sistema inmunológico del cuerpo causa daños «por error» en alguna parte del organismo. En el caso concreto de la artritis reumatoide, la parte afectada es la delgada membrana que cubre las articulaciones, denominada sinovio. Algunos de los signos y síntomas son dolor, inflamación e hinchazón, que pueden llegar a causar una disfunción total de la articulación.

La osteoartritis (OA)

En esta enfermedad, el cartílago que cubre los extremos de los huesos en sus uniones con otros (articulaciones), se degrada causando rigidez y dolor. Es el tipo de artritis más común.

Sobre la diabetes

Si eres habitual en el blog, la respuesta a esta pregunta ya te la sabes. La diabetes es una enfermedad que afecta la función de la insulina o a su producción en el organismo. Puedes aprender mucho más acerca de la diabetes en nuestra web o leyendo nuestros artículos en el blog. Quizás te interese conocer acerca de los distintos tipos de diabetes, o revisar nuestros posts de actuaidad.

¿Por qué diabetes y artritis están tan relacionadas?

Aunque no existe una relación directa entre ambas enfermedades, tener diabetes puede ser un factor de riesgo para desarrollar artritis. El estilo de vida sedentario, que en demasiadas ocasiones se ve favorecido por la complejidad de controlar la diabetes, y el sobrepeso o la obesidad tan ligados a la diabetes tipo 2, pueden contribuir a la inflamación de algunas articulaciones. Además los problemas vasculares relacionados con el exceso de glucosa en sangre, también pueden causar problemas en articulaciones, por lo que es bastante habitual relacionar estas dos enfermedades.

Por otro lado, las personas diagnosticadas con algún tipo de artritis, suelen sentir dolor (en mayor o menor medida) en distintas partes del cuerpo. Esto contribuye a reducir la actividad física, y con el tiempo, es frecuente que la persona reduzca drásticamente el tiempo dedicado al deporte y aumente el sedentarismo. Como bien sabemos, la actividad física es uno de los pilares para evitar la aparición de una diabetes de tipo 2, además de ser esencial para regular los niveles de glucosa en sangre en la diabetes tipo 1.

Otra relación que encontramos en ambas enfermedades, es que tanto la diabetes tipo 1 como la artritis reumatoide, son enfermedades autoinmunes. Aunque las partes afectadas en el organismo son distintas, los científicos han logrado identificar un gen, llamado PTPN22, relacionado con ambas patologías y con otras enfermedades autoinmunes.

¿Cómo puedo controlar tanto la artritis como la diabetes?

Aunque son enfermedades muy distintas, hay ciertos elementos que nos ayudan en la prevención y el control tanto de la diabetes como de la artritis. Hablamos del control del peso y la alimentación y de la actividad física.

Mediante la alimentación y el control del peso corporal

Como hemos comentado con anterioridad, el sobrepeso y la obesidad son factores de riesgo importantes en el desarrollo de la diabetes tipo 2, y también lo es de la osteoartritis, especialmente en cadera y rodillas. La pérdida de peso es una buena medida de prevención, pero si ya estás diagnosticado con alguna de estas patologías, reducir el peso corporal también te servirá para aliviar el dolor en las articulaciones y mejorar y facilitar el control de la glucosa en sangre.

Ejercicio físico

La realización de ejercicio físico regular, además de contribuir en la disminución del riesgo de sufrir diabetes de tipo 2, también optimiza la capacidad del cuerpo de usar la insulina. Además, contribuye a mejorar la movilidad de las articulaciones y puede contribuir a reducir el dolor en personas con artritis. Pero es que además, el ejercicio físico tiene muchas otras ventajas en forma de beneficios para la salud; Reduce la tensión arterial y el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares, y regula el colesterol.


 

Y recuerda que si tienes alguna duda sobre diabetes, o si tienes alguna condición que crees que pueda influir en ella, lo más recomendable siempre es acudir a un profesional médico para que evalúe tu situación de forma individualizada.

Referencias:

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La información proporcionada en este artículo no reemplaza la relación entre el profesional sanitario y su paciente. En caso de duda, consulte siempre a su profesional sanitario de referencia.