Llega el calor: cómo debemos cuidar nuestros pies si tenemos diabetes

Pie con los dedos pintados con caras sonrientes

El cuidado adecuado de los pies es fundamental para las personas con diabetes, especialmente cuando las temperaturas aumentan y el clima se vuelve más caluroso. La diabetes puede afectar la circulación sanguínea y la sensibilidad en los pies, lo que aumenta el riesgo de desarrollar complicaciones graves, como úlceras o infecciones.

Con la llegada del calor, se producen ciertos fenómenos como el aumento de la sudoración, el cambio de calzado por otros más ligeros y menos protegidos por calcetines o medias, hinchazón, y otras situaciones que debemos tener en cuenta.

En este artículo, exploraremos algunas medidas importantes que las personas con diabetes la salud de los pies de manera óptima.

Calor y diabetes: como cuidar tus pies

El cuidado de los pies si tenemos diabetes es fundamental para evitar ciertas complicaciones. De hecho, el pie diabético es la primera causa de amputación no traumática en países desarrollados, un dato que sirve para poner en contexto la importancia de tenerlos controlados.

A continuación veremos algunas recomendaciones que nos serán de utilidad para evitar estas complicaciones, y mantener una buena salud de nuestros pies en épocas de temperaturas más elevadas:

  • Mantener los pies limpios y secos: Lavar los pies diariamente con agua tibia y jabón suave y secarlos cuidadosamente, especialmente entre los dedos, para prevenir la humedad excesiva que puede conducir a infecciones por hongos. Es importante evitar el uso de agua muy caliente, ya que puede causar sequedad en la piel. La sequedad puede propiciar la aparición de pequeñas heridas con mayor facilidad.
  • Usar calcetines de materiales transpirables: Optar por calcetines de algodón o materiales sintéticos que absorban la humedad y ayuden a mantener los pies secos. Evitar los calcetines de lana o de materiales gruesos que retengan el calor y la humedad. Ten especial cuidado si haces deporte, especialmente running o similares, en los que los pies tengan un peso importante y reciban impactos y fricción frecuentemente.
  • Elegir calzado adecuado: Optar por zapatos abiertos y transpirables, como sandalias o zapatos de tela, que permitan que los pies respiren y eviten la acumulación de calor y sudor. Es fundamental asegurarse de que los zapatos se ajusten correctamente y no causen rozaduras o puntos de presión. Una vez más, si haces deporte, asegúrate de que el calzado que utilizas es el apropiado y que no te causa rozaduras o heridas.
  • Proteger los pies del sol: Aplicar protector solar en los pies expuestos al sol para prevenir quemaduras solares y proteger la piel de posibles daños. También es recomendable evitar caminar descalzo al aire libre durante las horas más calurosas del día para evitar quemaduras en la planta de los pies. Aunque pensemos que los pies son todoterreno, y que no se queman o sufren por el sol, no es así.
  • Revisar los pies regularmente: Inspeccionar los pies diariamente en busca de signos de lesiones, cortes, ampollas, enrojecimiento o cualquier cambio en la piel. Si se observa alguna anomalía, es importante buscar atención médica de inmediato para prevenir complicaciones.
  • Mantener una buena circulación sanguínea: Elevar los pies regularmente para mejorar la circulación sanguínea y reducir la hinchazón. Realizar ejercicios suaves de los pies y los tobillos también puede ayudar a mejorar la circulación y prevenir problemas de salud podal.

Con la llegada de la primavera y las altas temperaturas, debemos poner especial atención a nuestros pies para que la diabetes, junto a posibles heridas o falta de higiene u otros factores, puedan causar alguna complicación añadida. Estas recomendaciones generales deberían ser suficiente para minimizar el riesgo, pero si encontramos heridas o lesiones, debemos acudir a un médico.

Como siempre, ante cualquier duda o consulta, es importante acudir a un profesional médico para que nos aconseje debidamente y de forma personalizada. Hay que disfrutar de la primavera y del buen tiempo, pero siempre con precaución.

Referencias:

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La información proporcionada en este artículo no reemplaza la relación entre el profesional sanitario y su paciente. En caso de duda, consulte siempre a su profesional sanitario de referencia.