Obesidad y alimentos ultraprocesados

Los productos ultraprocesados no son recomendables si queremos llevar una dieta saludable y equilibrada

Productos ultraprocesados

La obesidad y el sobrepeso se está convirtiendo poco a poco en uno de los principales problemas de salud de la actualidad según la Organización Mundial de la Salud. A las alarmantes cifras de los últimos años se le suma la previsión de continuar empeorando, y es que en los últimos 30 años la prevalencia mundial de la obesidad se ha casi triplicado según esta organización.

La obesidad va mucho más allá de ser un simple problema de imagen personal. La cantidad de patologías o complicaciones asociadas al sobrepeso es muy extensa y puede afectar nuestra calidad de vida de muchas maneras: desde aumentar la posibilidad de desarrollar enfermedades coronarias y cardiovasculares, cáncer, hipertensión o diabetes tipo 2, hasta problemas en el hígado, artrosis o incluso problemas respiratorios.

Nuestro estilo de vida tiene una influencia directa sobre la posibilidad de padecer sobrepeso y obesidad. El sedentarismo sin duda es un factor de riesgo, pero también lo es la alimentación, especialmente si tenemos un consumo elevado de alimentos poco recomendables. Hoy nos gustaría hablar sobre un grupo de alimentos que suelen relacionarse directamente con la obesidad: los ultraprocesados.

¿Qué son los alimentos ultraprocesados?

Los alimentos (o productos) ultraprocesados son aquellos que han sido creados o compuestos de forma industrial mediante diferentes procesos en los que se añaden ingredientes o componentes químicos para cambiar su sabor, su forma, su imagen o su textura. Este tipo de productos no son «naturales» en cuanto a su composición, sino que están fabricados y por eso se les suele considerar más producto que alimento en sí.

Toda la vida se han añadido componentes a ciertos alimentos, ya sea para mejorar su conservación o para modificar su sabor. Se han conservado alimentos en sal o aceite, se les ha añadido especias y aceite para darle otro sabor… Pero los productos ultraprocesados van mucho más allá. En su elaboración se utilizan sustancias derivadas de alimentos reales, productos químicos para modificar su textura, su color o su sabor y para alargar su vida, y se les somete a diferentes procesos para poder crearlos.

Del alimento o ingrediente natural utilizado acaba quedando una parte muy pequeña, habiendo sufrido varios cambios que hacen que se pierda gran parte de su valor nutricional. El resultado acaba siendo una larga lista de ingredientes modificados que no aportan, nutricionalmente hablando, demasiado valor a nuestra dieta.

En Soluciones para la Diabetes hablamos anteriormente sobre una tendencia que está cada vez más de moda, el real fooding, que nace como una forma de combatir a la gran cantidad de productos ultraprocesados. Su principal objetivo es recuperar una alimentación basada en productos naturales.

¿Qué tiene que ver la obesidad con los ultraprocesados?

Nuestros hábitos alimenticios tienen una influencia directa sobre nuestro organismo, y por supuesto también sobre nuestro peso. La calidad de los alimentos (y no solo la cantidad) importa, y por eso los productos ultraprocesados no son recomendables si queremos llevar una dieta saludable.

Un estudio realizado sobre población en Estados Unidos, revela que el 58% de las calorías diarias de un estadounidense proviene de este tipo de productos, incluyendo casi el 90% de azúcar añadido de todo el que consumen. Las conclusiones que arroja el estudio es que los alimentos ultraprocesados pueden contribuir a las altas tasas de obesidad y sobrepeso del país.

Otros estudios muestran más evidencias sobre esta relación (aunque creen conveniente seguir investigando más sobre este tema), y hacen especial hincapié no solo en la baja calidad nutricional de este tipo de productos, sino también a que al consumirlos estamos desplazando y dejando de consumir alimentos que realmente sí son beneficiosos para nuestro organismo.

La relación entre el consumo de ultraprocesados y el aumento del índice de masa corporal en los individuos que han formado parte de varios estudios es evidente, y eso es debido a la propia composición de estos productos, ricos en azúcares añadidos, conservantes y saborizantes. Esto es especialmente grave cuando se da en productos dirigidos a los más pequeños de la casa, cuando su organismo todavía está en desarrollo y una mala alimentación puede condicionar su salud en el futuro.

La alimentación es importantísima independientemente de nuestra condición. En Soluciones para la diabetes siempre hacemos referencia a este hecho, pero no debemos olvidar que no solo las personas con diabetes dependen de una alimentación saludable y equilibrada. Existen profesionales que pueden ayudarte a elaborar una dieta adecuada para mantenerte sano, perder peso, o para el objetivo que te marques, así que si tienes cualquier duda o consulta recuerda que puedes acudir a un endocrino o a un nutricionista profesional.

Referencias:

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La información proporcionada en este artículo no reemplaza la relación entre el profesional sanitario y su paciente. En caso de duda, consulte siempre a su profesional sanitario de referencia.