Cómo debemos leer una etiqueta de un producto alimenticio

El etiquetado de los alimentos es obligatorio, y como consumidores hemos de saber interpretar correctamente esta información.

La mayoría de los productos que compramos en un supermercado o en una tienda de alimentación, han de venir correctamente etiquetados. Existen algunas excepciones, como veremos más adelante en este mismo artículo, pero la normativa es clara al respecto, y para poder comercializar un producto alimenticio, ha de venir con su correspondiente etiqueta.

Los consumidores, según revela un estudio realizado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, están interesados en el etiquetado de los alimentos para tener más conocimiento sobre aquello que consumen. Esto es así hasta tal punto, que en 3 de cada 10 consumidores, leer la etiqueta puede suponer que cambien de idea respecto a la compra de algún producto debido a su composición.

Qué tipo de alimentos necesitan etiqueta

No todos los alimentos están obligados a ser etiquetados. Aquellos que solo consten de un único componente, como puede

¿Qué pone en la etiqueta?

Las etiquetas de los alimentos están compuestas por información diferente que conviene conocer y saber interpretar. No todas las etiquetas son iguales, ni están en los mismos sitios, ni tienen la misma información. Por eso, lo mejor es saber qué información hay, y a qué se refiere, para no tener ninguna duda sobre lo que estamos comprando.

Las etiquetas han de contener, obligatoriamente, los siguientes conceptos:

Denominación del alimento

Nombre del alimento, y si se le ha sometido a algún proceso, o si es un complemento alimenticio. Por ejemplo, si es maíz tostado, debe figurar así en el título.

Lista de ingredientes

Ordenados de mayor a menor peso, incluyendo aquellos elementos utilizados en la creación del producto.

Alérgenos

Importante para personas con alergias o intolerancias. Se han de nombrar aquellos componentes que puedan causar alguna reacción, o si incluso en su fabricación han podido estar en contacto con ellos.

Peso neto

Indicado en litros, centilitros, mililitros, kilos o gramos. Variará en función del tipo de producto que sea.

Fecha de consumo preferente o caducidad

La primera indica hasta cuando se mantienen intactas las propiedades del producto, y la segunda hasta cuando se puede consumir con seguridad. Esta última suele aparecer en productos muy perecederos, o algunos que no llevan conservantes, etc.

Conservación y/o uso

Si hay alguna condición específica para conservar o utilizar el producto, se detalla en la etiqueta.

Datos de la empresa

Nombre y dirección de la empresa responsable.

País de origen

Obligatorio sobre todo en alimentos como la carne de animal, y en otras circunstancias.

Modo de empleo

Se ha de detallar la forma segura de usar y consumir el alimento si es necesario.

Grado de alcohol

Si contiene más de un 1,2% de volumen de alcohol, ha de figurar en la etiqueta. Siempre expresado con «% vol».

Información nutricional

Esta es una de las partes donde más atención prestaremos. En la información nutricional se detalla el valor energético, y la cantidad de otros nutrientes que contiene el producto en cuestión: grasas, azúcares, proteínas, hidratos, etc.

En muchos casos, veremos las proporciones aplicadas a diferentes cantidades del producto, como cada 100g de peso de dicho producto, o por una unidad si son varios dentro de un paquete, o por el total.

En el siguiente cuadro vemos con más detalle cada uno de los apartados que suele haber en la información nutricional de las etiquetas.

Información nutricional
Fuente: Comunidad de Madrid

Lote

Número de lote al que pertenece. Esto puede ser de especial utilidad en caso de haber algún problema con el producto, ya que facilita la retirada y el aviso a los consumidores para evitar su consumo.

Otros

Aquí podemos incluir las menciones específicas en caso de complementos alimenticios, detalles sobre el producto (tipo de cría en los huevos, por ejemplo), u otros elementos como el nutriscore, del que hemos hablado anteriormente en Soluciones para la Diabetes, y que es un sistema que puede ayudar al consumidor gracias a una categorización sobre la calidad nutricional del producto de forma visual, pero que no está exento de polémica.

Excepciones

Alimentos que provengan de un solo ingrediente, productos naturales sin manipular como la fruta, la verdura y las hortalizas, vinagres de fermentación sin añadidos, lácteos como el queso, la mantequilla o la nata, la propia leche, las botellas de agua, café en grano o molido, chicles, o plantas aromáticas.

Qué debemos saber de los ingredientes en las etiquetas

En las etiquetas debe figurar un listado de ingredientes, que además han de estar ordenados de mayor a menor peso. Esto incluye varios elementos:

  • Lista de ingredientes que contiene el producto.
  • Aditivos alimentarios, algo que preocupa a los consumidores porque suele generar desconocimiento. Los aditivos son sustancias que se añaden al producto para otorgarle ciertas características, que pueden ser tanto a nivel de sabor, color o textura, como para mejorar su duración y otros beneficios. Están supervisados por la EFSA (European Food Safety Authority), por lo que su uso es seguro.
  • Ingredientes que puedan causar alergia o intolerancias siempre deben figurar en la etiqueta. Estos pueden formar parte del producto o haber estado en posible contacto durante su producción y, por lo tanto, contener trazas.
    • Cereales con gluten
    • Crustáceos
    • Huevos
    • Pescado
    • Cacahuetes
    • Soja
    • Leche y/o lactosa
    • Frutos con cáscara
    • Mostaza
    • Granos de sésamo
    • Dióxido de azufre
    • Altramuces
    • Moluscos
  • Hay que prestar especial atención a los azúcares, que muchas veces vienen en formas diferentes o poco claras si no conocemos las múltiples opciones que se usan a menudo como edulcorantes. Dextrosa, fructosa (viene de forma natural en la fruta), glucosa, maltosa, sacarosa…  Hay muchos tipos, y todos son azúcares que conviene conocer. Si aportan hidratos de carbono, vendrán incluidos en la información nutricional.

 

A grandes rasgos, esto es lo que debería incluir una etiqueta de un producto envasado. Saber a qué hace referencia cada concepto, cuáles deben incluir sí o sí, o qué alimentos no necesitan ser etiquetados y por qué, nos puede ayudar a escoger mejor cuando hacemos la compra.

Es también importante que las etiquetas sean legibles, que no atribuyan características falsas o propiedades terapéuticas, curativas o preventivas que no posea, y que no destaque características particulares que otros productos similares también tengan, como forma de persuadir al consumidor.

En Soluciones para la Diabetes destacamos siempre la importancia de una alimentación variada y saludable, independientemente de nuestra condición. Por eso, saber leer bien las etiquetas e ingredientes de los productos puede ser de gran utilidad a la hora de elaborar o planificar nuestra dieta.

Referencias:

Compartir artículo

La información proporcionada en este artículo no reemplaza la relación entre el profesional sanitario y su paciente. En caso de duda, consulte siempre a su profesional sanitario de referencia.