Alimentos antiinflamatorisos: cuáles son y cómo pueden ayudarte

Los alimentos antiinflamatorios tienen propiedades interesantes que conviene conocer

Frutas antiinflamatorias

La alimentación es una parte fundamental, no solo para las personas con diabetes, sino para cualquier persona, independientemente de su condición. Una dieta rica en fruta, verdura, cereales, legumbres, grasas saludables y proteínas magras, nos ayudará a estar más sanos y a que nuestro organismo funcione mejor.

Cada alimento tiene unas propiedades y beneficios muy concretos. Algunos nos ayudan a obtener energía de forma rápida, otros a mejorar nuestra musculatura, y otros a cuidar nuestra piel o nuestras uñas, por ejemplo. Hoy nos gustaría hablar sobre un tipo de alimento que contribuye a mejorar nuestra salud de una forma muy particular, que quizás no es tan notoria a simple vista, pero que es igualmente importante: los alimentos antiinflamatorios.

¿Qué es un alimento antiinflamatorio?

Por definición, un alimento antiinflamatorio es aquel que contribuye a reducir o minimizar la producción de sustancias que causan inflamación en nuestro organismo. Los procesos inflamatorios suelen darse cuando un tejido dañado libera compuestos químicos para reconstruir ese tejido, por lo que son necesarios en algunos casos para curar la lesión o herida.

El problema viene dado cuando la inflamación dura demasiado tiempo, o se convierte en inflamación sistémica, convirtiendo un proceso beneficioso para combatir a patógenos externos o lesiones, en algo malo para nuestro organismo.

Los alimentos inflamatorios pueden ayudar a prevenir o reducir la producción de estas sustancias que causan la inflamación, y a la vez ayudarnos a prevenir enfermedades y lesiones, gracias a mejorar nuestro sistema inmunológico.

Algunos alimentos antiinflamatorios

Antes de hablar de los alimentos antiinflamatorios, conviene también conocer aquellos que causan el efecto contrario, la inflamación. En esta lista encontramos viejos conocidos como los alimentos ultraprocesados, los fritos, las bebidas y productos azucarados, y los procesados cárnicos y la carne roja. Hay que destacar que, como en todas las ocasiones, es importante no abusar de estos alimentos, y su consumo moderado, aunque no esté recomendado, tampoco debería suponer un problema de salud salvo que tengamos alguna condición previa o una recomendación de nuestro médico.

A continuación veremos algunos de los alimentos antiinflamatorios más habituales y que podemos consumir con frecuencia gracias a sus beneficios y propiedades:

  • Aceite de oliva virgen extra. Un alimento rico en grasas saludables, que es la base de la dieta mediterránea y de muchísimas elaboraciones típicas de nuestro país.
  • Verduras de hojas verdes. Otro tipo de alimento habitual en las recomendaciones a la hora de elaborar una dieta saludable, como las espinacas o las coles.
  • Tomates. Rico en vitamina C y potasio, antioxidantes con propiedades antiinflamatorias.
  • Frutos rojos y cítricos. Más fuentes de vitaminas B y C, como las naranjas, la piña, la cereza o la frambuesa.
  • Pescados grasos ricos en omega 3. Atún, salmón, sardina, trucha… además de estar buenísimos, son muy saludables.
  • Frutos secos. Las nueces son una opción estupenda, y tiene propiedades antiinflamatorias entre muchos otros beneficios.
  • Chocolate negro. Cuanto más amargo, más puro es el chocolate, y más saludable y menos azúcares tendrá. Lo ideal es que supere el 70% de cacao.

Estos son algunos alimentos antiinflamatorios que, salvo que nos diga un profesional médico lo contrario, podemos incluir en nuestra dieta con facilidad. Existen otras opciones, como los aguacates, el té verde, las fresas, o algunas especias, pero como siempre recordamos, si tenemos diabetes y queremos introducir cambios en nuestra dieta, o tenemos alguna duda o consulta sobre la idoneidad de consumir algún tipo de alimento, debemos consultar con nuestro médico.

Referencias:

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La información proporcionada en este artículo no reemplaza la relación entre el profesional sanitario y su paciente. En caso de duda, consulte siempre a su profesional sanitario de referencia.