
El deporte es salud, como suele decirse. Las personas con diabetes lo saben bien, ya que la actividad física es uno de las principales recomendaciones que hacen los profesionales médicos para mantener la diabetes a raya.
Cuando llega el buen tiempo, muchas personas se lanzan a la calle, los parques o la playa para hacer ejercicio. Poder estar al aire libre haciendo aquello que te gusta es genial, pero no todo son ventajas. En verano suben las temperaturas, lo que puede acarrear ciertas dificultades añadidas a la práctica deportiva como sufrir un golpe de calor.
Por eso, en este artículo hemos querido recopilar una serie de recomendaciones básicas de cara a evitar estas posibles complicaciones que nos podemos encontrar al hacer ejercicio a altas temperaturas.
Qué hacer para evitar complicaciones
Muchos de estos consejos también son válidos para otras épocas del año, pero es en verano cuando más notaremos algunos efectos provocados por el calor como la excesiva sudoración, la deshidratación o la sensación de fatiga.
- No practiques deporte entre las 12 y las 17 horas. Según el doctor Juan Molera, médico de la selección de fútbol femenina sub-19, estas son las peores horas debido a que es cuando hace más calor. Aunque el calor es constante durante todo el día, a primera o última hora del día es cuando menos riesgo correremos.
- Aliméntate de forma adecuada.Dos horas antes de realizar cualquier actividad física realiza una comida ligera y equilibrada. No olvides la fruta y los hidratos de carbono, que son el combustible que nuestro cuerpo necesita. Además, las verduras te aportarán una buena cantidad de agua, imprescindible para una hidratación adecuada.
- Bebe agua antes, durante y después del ejercicio. Para evitar lesiones y golpes de calor es imprescindible una buena hidratación antes, durante y después del ejercicio. Eso sí, nada de líquidos excesivamente fríos.
- Protégete del sol. Aunque a primera y a última hora del día los rayos de sol son más débiles, deberemos protegernos del sol con una crema. Tendremos que buscar aquella que sea más adecuada a nuestro tipo de piel. Y recuerda que aunque el día esté nublado, los rayos UV nos alcanzan igual.
- Protege tus ojos. La luz solar puede dañar nuestra visión, por lo que podemos utilizar unas gafas de sol deportivas o llevar una gorra. Esto también hará que veamos mejor nuestro entorno y los diferentes elementos que intervengan en nuestra actividad. Son todo ventajas.
- Aprovecha los deportes de verano. ¿Por qué empeñarnos en correr bajo un sol abrasador si podemos disfrutar de los deportes acuáticos? Parece de sentido común, pero ¿qué mejor que el verano para animarnos a practicar otros deportes que no podemos realizar habitualmente como la natación en mar abierto, el surf o el piragüismo?
- Ponte ropa cómoda y que permita la transpiración. Existen algunos tejidos que transpiran más que otros, por lo que son la mejor elección para ir cómodos y evitar acabar con un peso extra por el sudor (además de las rozaduras que pueden provocar). Si evitas los colores muy oscuros mejor.
independientemente de la época del año, hemos de realizar estiramientos antes y después de hacer ejercicio. De esta forma evitaremos lesiones y mejoraremos nuestra flexibilidad.
Y recuerda que aunque tengas diabetes, puedes tomar bebidas isotónicas que mejoran la absorción de líquidos y reponen los electrolitos e hidratos gastados durante el ejercicio. Antes de iniciarte en la práctica deportiva, o si vas a cambiar de disciplina o tienes alguna duda, lo mejor es que acudas a un profesional médico para que te dé las indicaciones necesarias.
Ahora que ya sabes lo que tienes que hacer, ¿a qué esperas para empezar a hacer deporte en verano?
Referencias:
- Real Federación Española de Fútbol. El doctor Joan Molera nos revela 5 consejos para entrenar en verano. Consultado el 11 de julio de 2020.
- InfoSalus. ¿Prácticas deporte en verano? Consejos para evitar golpes de calor y deshidratación. Consultado el 11 de julio de 2020.