La importancia de la actividad física en la infancia

La actividad física en la infancia aporta grandes beneficios a los niños y niñas durante esta etapa, y también en su futuro.

Niños haciendo ejercicio

La infancia es una época preciosa e irrepetible en la que vamos descubriendo el mundo poco a poco y lo disfrutamos sin preocupaciones. También son años vitales para nuestro desarrollo tanto físico como emocional y mental, por lo que es importante cuidar y trabajar todos estos aspectos en casa, en la escuela y en todas las actividades que realicemos.

En Soluciones para la Diabetes no nos cansamos de recordar que la actividad física es vital para las personas con diabetes, pero también lo es independientemente de nuestra condición. Cuando somos pequeños la actividad física está presente de formas muy diferentes: en el deporte que practicamos, cuando jugamos y nos divertimos con otros niños… Y es que es una edad en la que ser activos cobra especial importancia, como veremos a continuación.

La infancia y sus etapas

La infancia es un periodo que va desde el primer año de vida hasta la preadolescencia, sobre los 12 años. Este periodo comprende varias etapas:

  • Primera infancia: Del primer al tercer año.
  • Periodo preescolar: Hasta los 6 años, donde el pequeño va ganando autonomía y movilidad y puede empezar a hacer algunas actividades que impliquen movimiento.
  • Periodo escolar: Hasta los 12 años, y momento en el que está preparado para practicar deporte y hacer actividades físicas tanto en el colegio como extraescolarmente.

Es en el periodo escolar donde se da una mayor progresión tanto a nivel físico como psicológico en el plano deportivo, en el que gracias a las mejoras que los niños experimentan en su movilidad y a ser capaces de seguir reglas y normas más complejas, pueden ampliar los tipos de actividades a realizar y pueden disfrutarlas a otro nivel.

Esto es importante, ya que encontrar una práctica deportiva que le guste y le motive facilitará mucho su predisposición a realizarla.

Al ser unos años en los que nuestro organismo y nuestra personalidad están en constante evolución, adquirir ciertos hábitos a través del deporte puede ayudar y beneficiar al desarrollo del niño.

El deporte en la infancia

De acuerdo a la guía promovida por el Gobierno de España a través de los  Ministerios de Salud y Consumo, y de Educación y Ciencia, existen categorías donde clasificar los beneficios de la actividad física para niños y niñas:

  • Beneficio físico, mental y social directo durante la infancia.
  • Beneficios para la salud generados por la actividad física durante la infancia, y que se transfieren a la edad adulta.
  • Hábitos de conducta adquiridos por hacer ejercicio y que mantendremos en la edad adulta.

Más allá del beneficio directo sobre la salud de los niños al hacer ejercicio, es importante destacar que esto también repercutirá de forma positiva a lo largo de los años y más allá de la infancia.

En referencia a los beneficios directos durante la infancia a nivel físico, encontramos los siguientes:

  • Prevención del sobrepeso y la obesidad derivada de hábitos poco saludables como el sedentarismo.
  • Ayuda a mantener el equilibrio de energía (alimentos ingeridos y gasto energético de nuestro cuerpo).
  • Promueve el crecimiento y desarrollo saludable del sistema cardiovascular y músculo-esquelético.
  • Ayuda a prevenir enfermedades cardiovasculares.
  • Reduce el riesgo de aparición de diabetes tipo 2, hipertensión e hipercolesterolemia.

Además, también presenta los siguientes beneficios a la salud mental y al bienestar psicológico de los niños y niñas gracias a:

  • La reducción del estrés y la ansiedad.
  • Menor riesgo de depresión.
  • Ayuda a mejorar la autoestima y la función cognitiva.
  • Mejora en la sociabilización.

Otro aspecto a destacar es que el niño aprenderá buenos hábitos relacionados con el deporte y la actividad física, así como los beneficios de un estilo de vida saludable, haciendo que sea más probable que los mantenga en el futuro.

Y como hemos comentado antes, estos beneficios repercutirán de forma positiva en la edad adulta, haciendo que los niños y las niñas que hayan mantenido estilos de vida activos tengan menos probabilidad de padecer obesidad y/o enfermedades crónicas, y gozarán de mejor masa ósea.

 


 

Teniendo en cuenta todo lo visto anteriormente, es difícil rebatir que la actividad física es sin duda una pieza importante en el correcto desarrollo de los niños y niñas, tanto en la infancia como para su futuro. Sus beneficios a nivel físico, psicológico y emocional pueden ser de gran ayuda, y todo eso mientras realizan algo divertido y les entretenga mientras los alejamos de hábitos sedentarios que podrían condicionar su futuro.

Como a menudo recordamos, ante cualquier duda o consulta sobre la idoneidad de alguna actividad o sobre la condición física de los más pequeños, es importante consultar con un profesional médico.

Referencias:

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La información proporcionada en este artículo no reemplaza la relación entre el profesional sanitario y su paciente. En caso de duda, consulte siempre a su profesional sanitario de referencia.