Estrategias para prevenir la hipoglucemia nocturna

Hipoglucemia nocturna

La hipoglucemia es uno de los episodios más habituales que puede sufrir una persona con diabetes, y que puede venir causada por diversos factores relacionados con nuestra actividad, la adherencia al tratamiento o una forma incorrecta de tratarnos, o de aquello que hayamos ingerido.

Es una situación en la que el nivel de glucosa en sangre está por debajo del rango normal,

Sabemos que existen ciertos factores, como los mencionados anteriormente, que pueden afectar al buen control de la diabetes, y con los que debemos tener cuidado para evitar complicaciones. En Soluciones para la Diabetes hemos hablado anteriormente sobre el riesgo de la hipoglucemia durante el deporte o la conducción, así como de la importancia de darle visibilidad para poder actuar en caso de que fuera necesario, o ayudar a prevenirla.

En este artículo queremos dar una serie de recomendaciones generales, para evitar las hipoglucemias que tienen lugar mientras dormimos. Esta situación es especialmente compleja, ya que al no estar despiertos, no sentimos los síntomas, pudiendo llegar a ser algo realmente grave y que escape a nuestro control.

Cómo prevenir la hipoglucemia nocturna

Ajustar la medicación

  • Reducir la dosis de insulina de acción prolongada: Si usas insulina de acción prolongada, tu médico puede ayudarte a reducir la dosis o cambiar el tipo de insulina que usas por la noche para evitar desajustes.
  • Ajustar la dosis de insulina de acción rápida: Si usas insulina de acción rápida, tu médico puede ayudarte a ajustar la dosis o el momento de inyección para que no cause una bajada de azúcar en sangre durante la noche.

Cualquier cambio relacionado con la medicación, siempre debe ser consultado previamente con tu médico.

Modificar la alimentación

  • Comer algo antes de acostarse: Un tentempié rico en proteínas y fibra puede ayudar a mantener los niveles de azúcar en sangre estables durante la noche. Los hidratos de absorción lenta pueden ser útiles para evitar descensos en los niveles de glucosa mientras dormimos.
  • Evitar los alimentos con alto índice glucémico: Los alimentos con alto índice glucémico pueden causar una subida rápida de azúcar en sangre seguida de una bajada brusca. Es mejor evitar estos alimentos, especialmente antes de acostarse, o tenerlos en cuenta para ajustar la medicación si fuera necesario.
  • Evita el alcohol: El alcohol puede provocar hipoglucemias después de su consumo, e incluso después de varias horas tras haberlo consumido. Lo más recomendable es evitar su consumo, pero si tomas alguna bebida alcohólica de noche, asegúrate de tomar alguna ración de hidratos de carbono de absorción lenta para evitar la hipoglucemia.

Controlar la actividad física

  • Evitar el ejercicio intenso por la noche: El ejercicio intenso puede aumentar el riesgo de hipoglucemia nocturna. Si haces ejercicio por la noche, asegúrate de comer algo después que ayude a regular tu nivel de glucosa en sangre.
  • Monitorear los niveles de azúcar en sangre: Es importante controlar los niveles de azúcar en sangre con regularidad, especialmente antes de acostarse. Esto te ayudará a identificar patrones y hacer los ajustes necesarios en tu tratamiento. Los valores ideales antes de dormir deben estar entre 80 y 140 mg/dl.

Otras estrategias

  • Informar a tu familia y amigos: Es importante que tu familia y amigos sepan qué hacer si tienes una hipoglucemia nocturna.
  • Usar una bomba de insulina: Una bomba de insulina puede ayudarte a administrar la insulina de manera más precisa y prevenir la hipoglucemia nocturna.
  • Usar un monitor continuo de glucosa (MCG): Un MCG puede ayudarte a controlar tus niveles de azúcar en sangre las 24 horas del día, lo que te permite identificar patrones y tomar medidas para prevenir la hipoglucemia nocturna.

 

La prevención es nuestro mejor aliado si queremos evitar posibles situaciones como una hipoglucemia nocturna. Conocer sus síntomas, y cómo hacerle frente en caso de que suceda, tanto nosotros como nuestro entorno más cercano, puede evitar complicaciones derivadas de este desajuste.

Si tienes dudas, o necesitas ampliar información, recuerda consultar con un profesional médico para que evalúe tu caso de forma personalizada.

Referencias:

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La información proporcionada en este artículo no reemplaza la relación entre el profesional sanitario y su paciente. En caso de duda, consulte siempre a su profesional sanitario de referencia.