
La diabetes incrementa significativamente el riesgo de disfunción sexual y la mayoría de los estudios confirman que la patología sexual es más frecuente en personas con diabetes que en población general. Esto sucede tanto en hombres como mujeres, que pueden desarrollar problemas sexuales debido a los daños de los nervios y vasos sanguíneos pequeños.
La respuesta del cuerpo a los estímulos sexuales es involuntaria, está gobernada por las señales nerviosas autónomas que aumentan el flujo sanguíneo hacia los genitales y hacen que el tejido de los músculos lisos se relaje. El daño de estos nervios autónomos puede alterar la función normal. La reducción en el flujo sanguíneo debido al daño en los vasos sanguíneos también contribuye a la disfunción sexual.
Causas y consecuencias de la disfunción sexual
Las causas de disfunción eréctil (DE) pueden ser psicológicas, orgánicas o ambas. Entre las formas orgánicas, la DE vascular es considerada la más prevalente; factores de riesgo cardiovascular, aterosclerosis y disfunción endotelial son factores claves en su origen. Muchos estudios han demostrado que la DE vascular y la enfermedad cardiovascular (ECV) son entidades fuertemente relacionadas. Los síntomas de DE a menudo coexisten con ECV subclínica o silente, y usualmente anteceden entre 5 y 10 años a los síntomas cardiovasculares, por eso los cardiólogos la consideran un poderoso marcador de ECV.
En el hombre la más frecuente y las más estudiada es la disfunción eréctil, esto es, imposibilidad para mantener una erección el tiempo o con la intensidad suficiente para tener una relación sexual satisfactoria.
Los hombres que consultan por una DE muestran otros factores de riesgo de ECV (tabaquismo, obesidad, síndrome metabólico, hiperlipidemia y diabetes mellitus tipo 2). Así, evidencias recientes indican que los hombres que consultan por una DE leve deben ser valorados para descartar una ECV, sobre todo si presentan otros factores de riesgo. Las personas con diabetes, con mayor frecuencia que las personas que no tienen diabetes, han de presentar una ECV, serían los más interesados en ser valorados de una DE y así poder prevenir una ECV.
Muchas mujeres con diabetes sufren de problemas sexuales. Aunque la investigación sobre los problemas sexuales en las mujeres con diabetes es limitada, algunos estudios apuntan entre el 18% y el 27% de mujeres con diabetes tipo 1 y hasta el 42% en diabetes tipo 2, sufren algún problema de este tipo.
Los problemas sexuales pueden incluir:
- Lubricación vaginal disminuida, que da lugar a sequedad vaginal.
- Relación sexual dolorosa o incómoda.
- Deseo sexual disminuido o ausente.
- Respuesta sexual disminuida o ausente.
La respuesta sexual disminuida o ausente puede incluir la incapacidad de alcanzar la excitación o mantenerla, sensación reducida en el área genital o ausencia total de sensibilidad e inhabilidad constante o esporádica de alcanzar el orgasmo.
Tratamiento
El tratamiento de primera línea son los inhibidores de la 5- fosfodiesterasa (PDE5), los agonistas dopaminérgicos, los dispositivos de vacío y la terapia psicosexual.
- Entre los PDE5 se encuentran el sindenafilo, vardenafilo y tadalafilo. Los tres fármacos tienen los mismos efectos secundarios derivados de su acción vasodilatadora. cefalea, congestión nasal, rubor y dispepsia. Están contraindicados cuando se utilizan nitratos y se deben usar con precaución en personas con problemas cardiacos, insuficiencia renal y hepática severas y si se toman algunos fármacos para la próstata.
- Los agonistas dopaminérgicos es la apomorfina sublingual pero no está disponible en España
- Dispositivos de vacío son sistemas que generan una presión negativa que atrae la sangre venosa al pene. No recomendado en pacientes con trastorno de la circulación.
La mujer comunica en las consultas en menos ocasiones que los hombres los trastornos de sexualidad. Los más frecuentes son disminución de la libido y la anorgasmia, sequedad vaginal, dolor y falta de deseo.
Probablemente sea la causa psicológica la responsable de la mayor parte de los trastornos de sexualidad en personas con diabetes a pesar del conocido efecto que las complicaciones crónicas y agudas tienen sobre la actividad sexual y los efectos adversos de los fármacos que se utilizan con frecuencia en esta enfermedad.
La falta de información y educación sexual es un factor de riesgo añadido en el desarrollo y mantenimiento de disfunciones sexuales.
Es indiscutible la necesidad que existe de incorporar a la educación diabetológica material de contenido sexual que ayude a las personas con diabetes a tener una mejor y más saludable vida sexual.
Todas las personas con diabetes y que presenten estos síntomas deben hablar con su médico, juntos encontraran una solución.