¿Cuál ha sido el impacto del confinamiento en las personas con diabetes?

Puerta cerrada

La pandemia de la COVID-19 nos ha afectado a todos de una forma u otra. Las restricciones impuestas por los diferentes gobiernos han paralizado nuestras vidas en algunos sentidos, sobre todo en el ámbito más social y deportivo, al haber realizado varios confinamientos de mayor o menor dureza que, en muchos casos, nos ha impedido realizar actividades físicas de la forma a la que estábamos acostumbrados.

Las personas con diabetes tienen más riesgo de padecer alguna patología por culpa del coronavirus en caso de haberlo contraído, por lo que se las ha considerado como grupo de riesgo e incluso la SED (Sociedad Española de Diabetes) solicitó priorizar su vacunación.

Pero los efectos de la COVID van más allá de lo que la propia enfermedad pueda causar, y el confinamiento también ha mostrado que en algunos casos, y a algunas personas, les ha afectado tanto a condiciones previas como a su salud mental.

Confinamiento y diabetes

Las restricciones impuestas a toda la población han supuesto un reto a nivel general, pero en particular para las personas con diabetes. Las rutinas diarias de mucha gente se han visto afectadas, y aun a día de hoy siguen vigentes algunas de estas restricciones. Se ha dificultado el acceso a servicios médicos o asistenciales, se ha limitado la actividad física tanto en centros deportivos como en el exterior durante un tiempo…

Como bien sabéis (porque siempre lo repetimos), la actividad física es un pilar fundamental para el control de la diabetes, junto con el tratamiento y la alimentación. Debido al confinamiento, muchas personas han visto como su actividad física se ha reducido de forma considerable, especialmente la de aquellas que habitan en ciudades donde han tenido menos espacios al haber mayor riesgo por la masificación de algunas áreas. Esto ha hecho que aumenten los casos de diabetes tipo 2 y de factores de riesgo asociados a su desarrollo, como son la obesidad causada por una mala alimentación o por sedentarismo.

Desde las instituciones médicas y asociaciones de diabetes, se ha puesto especial énfasis en la importancia del autocuidado como destaca la Dra. Clotilde Vázquez en este artículo de ElPlural. Si bien la diabetes ya requiere de un autocontrol regular, en una época en la que las visitas a médicos y educadores ha tenido que disminuir, todo el peso de la gestión de la diabetes ha recaído sobre la propia persona.

Afortunadamente, la telemedicina ha podido ayudar en muchos casos a continuar con el seguimiento que algunas personas con diabetes necesitan, pero personas de edad avanzada o con menos acceso a la tecnología, han podido ver dificultado el acceso a asistencia médica.

Malos hábitos durante el confinamiento

Un estudio realizado por la Sociedad Española de Obesidad (SEEDO), puso de manifiesto que durante la etapa más dura del confinamiento en 2020 los hábitos de algunas personas sufrieron cambios a peor. En el estudio, se observan datos preocupantes respecto al aumento de peso derivado del sedentarismo y la mala alimentación. El estudio también refleja como el consumo de bebidas alcohólicas aumentó un 44% entre la población general, y un 55% entre personas con obesidad.

Tanto el aumento de peso, como el empeoramiento de hábitos alimenticios y el aumento del consumo de alcohol, son factores que pueden perjudicar seriamente el control de la diabetes.

Antonio Pérez, presidente de la Sociedad Española de Diabetes, comenta en este artículo para Gaceta Médica, que aunque todavía no hay datos suficientes como para evaluar el efecto que ha tenido el confinamiento a largo plazo, los datos con los que se cuenta actualmente son bastante negativos.

En palabras de Antonio Pérez:

«La ausencia o retraso en el diagnóstico y monitorización de la de la diabetes limitan la toma de decisiones terapéuticas óptimas, dirigidas a mejorar el control metabólico y prevenir el desarrollo o progresión de complicaciones potencialmente graves a largo plazo»

La principal preocupación, además de poder acceder al tratamiento de forma fácil y continuada, es garantizar la atención médica a todas las personas, especialmente a aquellas más propensas a no mantener la adherencia al tratamiento. Esto ha sido más complicado durante las fases más duras del confinamiento, y sobre todo en personas con diabetes que no han utilizado sistemas de Monitorización Continua de Glucosa, que facilitan el control constante de los niveles de glucosa.

Los efectos a largo plazo se verán con el tiempo, pero confiamos en la responsabilidad tanto de las personas con diabetes, como de las instituciones y los profesionales médicos, que han puesto todo de su parte para minimizar el impacto del confinamiento en su día a día.

Sabemos de la dificultad que ha supuesto para todos el llevar una vida lo más normal posible durante este tiempo, pero los buenos hábitos adquiridos han de mantenerse en la medida de lo posible para evitar que nuestra salud pueda verse deteriorada.

Referencias:

Compartir artículo

La información proporcionada en este artículo no reemplaza la relación entre el profesional sanitario y su paciente. En caso de duda, consulte siempre a su profesional sanitario de referencia.