
Nada mejor para combatir el frío que un caldo calentito. Además, las sopas calientes como esta resultan muy saciantes, entonan el estómago, son de fácil digestión y ayudan a la hidratación del organismo. En el momento en que añadimos alimentos de origen animal, como en este caso el pollo, la sopa se enriquece en proteínas de alto valor nutritivo y otros nutrientes como el hierro que están presentes en la carne.
- 200 g de pollo
- 100 g de fideos
- 50 g de calabaza
- 50 g de zanahoria
- 1 rama de apio
- 1 puerro
- Sal y pimienta al gusto
- Introduce en una olla el pollo troceado y cúbrelo con agua (3 litros).
- Lleva a ebullición.
- Cuando el agua rompa a hervir, añade las verduras peladas y troceadas. Salpimenta y añade el manojo de perejil.
- Hierve a fuego suave durante una hora y media, hasta obtener un caldo con sustancia.
- Cuando tengamos el caldo listo, hay que colarlo y reservar las verduras y el pollo.
- Hierve de nuevo el caldo y añade los fideos. Cuece hasta que la pasta esté hecha.