
En pleno mes de verano, el cuerpo nos pide comidas ligeras, digestivas y que no eleven bruscamente la glucosa. Aunque muchas personas con diabetes piensan en ensaladas o platos fríos para esta época, las hortalizas al horno son una opción excelente, especialmente si se sirven templadas o a temperatura ambiente.
Este plato, que recuerda al clásico ratatouille, aprovecha el momento óptimo de muchas hortalizas de verano: calabacín, berenjena, pimiento, cebolla y tomate. Todas ellas son ricas en fibra, agua, antioxidantes y con muy bajo contenido en hidratos de carbono, lo que las hace ideales para personas con diabetes tipo 1 o tipo 2.
Además, el uso de hierbas frescas como el tomillo o el romero permite realzar el sabor sin necesidad de añadir sal o salsas procesadas.
Este plato:
-
Tiene solo 10 g de carbohidratos totales por ración.
-
Solo 1 g corresponde a azúcares naturales.
-
Está equilibrado en fibra, grasa saludable y proteína, lo que ayuda a que el impacto glucémico sea muy bajo.
- 1 berenjena mediana
- 1 calabacín
- 1 pimiento rojo
- 2 tomates maduros
- 1 cebolla morada
- 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
- 1 ramita de tomillo fresco (o seco, si no se dispone)
- Sal y pimienta al gusto
- (Opcional) Ajo picado o laminado
- (Opcional) Unas hojas de albahaca para decorar
- Lava todas las hortalizas y córtalas en rodajas finas, de un grosor similar para que se cocinen uniformemente.
- Precalienta el horno a 180 ºC (calor arriba y abajo).
- En una fuente de horno o sartén apta para hornear, dispón las rodajas alternando los colores y formando un círculo o espiral (como en la imagen). Puedes superponer ligeramente las rodajas para que queden más compactas.
- Aliña con el aceite de oliva, una pizca de sal, pimienta, el tomillo desmenuzado y, si quieres, un poco de ajo.
- Hornea durante 30-35 minutos, hasta que las verduras estén tiernas pero no deshechas. Si lo prefieres más dorado, puedes gratinar 5 minutos al final.
- Sirve caliente, templado o incluso frío, acompañado de un poco de pan integral o como guarnición de pescado o legumbres.
A pesar de contener algo más de azúcar que la ensalada anterior, no representa un riesgo para personas con diabetes por su bajo índice glucémico y el alto contenido en fibra y agua.
El contenido en grasa proviene casi exclusivamente del aceite de oliva virgen extra.
No contiene colesterol, ni grasas trans, ni ingredientes de origen animal, por lo que también es apto para dietas vegetarianas y veganas.