¿Qué son los triglicéridos y qué relación tienen con la diabetes?

trigliceridos

Las personas con diabetes deben cuidar su alimentación para ayudar a mantener su diabetes bajo control. Esto incluye llevar un control adecuado de la cantidad de hidratos de carbono que ingieren en cada comida, no ingerir grasas «malas» en exceso para minimizar el riesgo de sufrir problemas cardiovascular y otras complicaciones (hay grasas que son buenas y necesarias), evitar el alcohol en la medida de lo posible… en definitiva, llevar una alimentación saludable como la de cualquier otra persona, independientemente de su condición.

Como la diabetes también es un factor de riesgo para otras complicaciones, una buena alimentación también nos ayudará a minimizar estos riesgos. Es el caso de los problemas cardiovasculares, y del aumento del colesterol malo y de la aparición de triglicéridos. Hoy queremos hablar de estos últimos, y de su relación con la diabetes.

Qué son los triglicéridos

Los triglicéridos son el tipo de grasa más común de nuestro organismo, y que circulan por la sangre. Además de obtenerlo de ciertos alimentos que consumimos, también lo producimos en el hígado. Cuando ingerimos una cantidad de alimentos superior a la energía que hemos consumido, estas calorías adicionales son transformadas en triglicéridos y almacenadas en células grasas.

De ahí que un volumen elevado de triglicéridos esté asociado a problemas como la obesidad o el síndrome metabólico, enfermedades que pueden causar daños a nivel cardiovascular, siendo estas la primera causa de muerte a nivel global.

Esto se debe a que un volumen alto de triglicéridos puede endurecer las arterias y a hacer más gruesas sus paredes, elevando el riesgo de padecer ciertos problemas cardiovasculares, o incluso una inflamación aguda del páncreas.

Cuanto mayor sea el volumen de triglicéridos, menor será el volumen de colesterol bueno (HDL)

Valores de triglicéridos

Para medir el volumen de triglicéridos se debe tomar una muestra de sangre, y realizar un análisis. Estos son los valores:

  • Normal: menos de 150 miligramos por decilitro (mg/dl), o menos de 1.7 milimoles por litro (mmol/l)
  • Límite: 150 a 199 mg/dl (1,8 a 2,2 mmol/l)
  • Alto: 200 a 499 mg/dl (2,3 a 5,6 mmol/L)
  • Muy alto: 500 mg/dl o más (5.7 mmol/l o más)

¿Qué relación tienen con la diabetes?

Como hemos comentado anteriormente, los niveles altos de triglicéridos pueden ir asociados a otras afecciones relacionadas con nuestra salud cardiovascular, y también a la obesidad. Esta última está considerada, ya sea debido al sedentarismo, a una mala alimentación, o a una combinación de ambas, como un factor de riesgo para el desarrollo de diabetes tipo 2.

En ambos casos, un nivel alto de triglicéridos y la aparición de prediabetes y de diabetes tipo 2, comparten algunos factores de riesgo.

En cuanto a personas con diabetes tipo 1, se debe hacer especial hincapié en la importancia de la alimentación para mantenerla bajo control, por lo que los niveles de triglicéridos y de colesterol malo no deberían ser altos para evitar posibles complicaciones.

Si queremos reducir nuestro nivel de triglicéridos, hemos de tener en cuenta lo siguiente:

  • Evitar alimentos ricos en azúcares añadidos como la bollería industrial y algunos snacks
  • Evitar alimentos ricos en grasas saturadas como los precocinados
  • Reducir el nivel de calorías si no hacemos suficiente actividad física
  • Reducir o eliminar el consumo de alcohol y tabaco
  • Hacer más ejercicio

Hay alimentos que pueden ayudar a reducir nuestro colesterol y el nivel de triglicéridos. Verduras, legumbres, cereales integrales, carnes magras o frutos secos, pueden ser de utilidad siempre y cuando no tengamos ninguna restricción debido a alguna condición previa o a alguna intolerancia o alergia.

Es importante que un profesional médico nos acompañe durante este proceso, ya sea para ayudarnos a planificar nuestra dieta, o para que nos aconseje lo más adecuado para nuestro caso. Además, también existen tratamientos para reducir el nivel de triglicéridos si la dieta y el ejercicio no son suficientes, por lo que siempre será recomendable acudir a un profesional de la salud.

 

Referencias:

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La información proporcionada en este artículo no reemplaza la relación entre el profesional sanitario y su paciente. En caso de duda, consulte siempre a su profesional sanitario de referencia.