¿Renunciar al sabor dulce? ¡No es necesario! 

Existen diferentes sustitutos para evitar el azúcar

A todos nos apetece un dulce de vez en cuando y no es necesario que las personas con diabetes renuncien a ese placer. Es recomendable optar por productos acalóricos o bajos en calorías y dejar de lado los productos con azúcares libres. Hay que leer siempre las etiquetas de los productos para comprobar que no contengan azúcares libres, por ejemplo como sacarosa, glucosa, fructosa, melaza, jarabe, derivaciones del azúcar, caramelo, jarabes, miel, polen…

Hay que tener en cuenta que el consumo de cualquier tipo de azúcar o endulzante puede suponer un incremento de los niveles de glucosa en sangre.

Mitos, verdades y realidades de la Stevia, la sacarina y el aspartamo

Según la OMS (2015) los azúcares peligrosos o “free sugar” (azúcar libre), son los monosacáridos (glucosa y fructosa) y disacáridos (azúcar de mesa) añadidos a comidas y bebidas por fabricantes, cocineros o el mismo consumidor y también presentes en productos naturales como la miel, los siropes, los zumos de frutas y néctares.

Así que si queremos controlar la ingesta de azúcares debemos saber identificar en la etiqueta los diferentes tipos de azúcares, llevar siempre a mano una calculadora o tirar de propuestas tan interesantes como sinazucar.org, donde podremos ver una selección de productos con la cantidad de azúcares visualizada en terrones de azúcar, mostrando al consumidor el % de azúcares (naturales y añadidos) que lleva el producto.

En cuanto a las alternativas sintéticas por las que podemos reemplazar el azúcar, podemos contar con el aspartamo (E-951) o la famosa sacarina (E-954), entre otras, que aunque son considerados seguros han sido relacionados en algún momento con efectos adversos para la salud como el aumento de peso, tumores o cánceres. Otra alternativa es la Stevia considerada por muchos como un producto que sustituye al azúcar, no tiene calorías, no es cancerígeno, ni degradable, económico y con un gran poder edulcorante y algunos beneficios para la salud.

Todos son acalóricos, es decir, no aportan calorías. En un marco de alimentación variada y equilibrada, los 3 resultan útiles en el control de azúcar en sangre y en la prevención de la caries dental.

La Stevia proviene de una familia de plantas con más de 200 variedades, donde la “Stevia rebaudiana Bertoni” es la que contiene los compuestos más dulces manteniendo un bajo contenido calórico y un poder edulcorante entre  200 y 400 veces superior al azúcar (sacarosa).

Aunque la Stevia es una planta y siempre se ha explotado esta característica en su comercialización, lo que realmente se comercializa es uno de sus extractos: el aditivo E-960. Así que el edulcorante Stevia es simple y llanamente un compuesto químico concreto que ha seguido el mismo proceso de autorización para uso alimentario que el resto de edulcorantes como el aspartamo, la sacarina o el ciclamato (E-952). Tras el proceso se le ha asignado un número E, que es el que garantiza que el aditivo ha sido estudiado.

A pesar de que son productos con muy mala fama, las autoridades sanitarias consideran que son edulcorantes seguros y, por tanto, el consumo de alimentos que los contienen no debería estar desaconsejado o suponer un riesgo para la salud si se consumen en el marco de una alimentación saludable. Fuente: Revista Diabetesfede, Los dulces sin azúcares.

La sacarina, la más antigua, fue sintetizada en 1878 a partir de experimentos con derivados del alquitrán de hulla, y se utiliza como edulcorante desde principios del siglo XX.

El aspartamo, edulcorante utilizado ampliamente en la industria alimentaria desde su descubrimiento en 1965, es uno de los ingredientes alimentarios más investigados en la historia, a lo largo de 40 años se han realizado más de 200 investigaciones científicas, con el mismo resultado: es seguro.

Existen diferentes sustitutos para evitar el azúcar

Según una revisión de estudios publicadas en la revista Food and Chemical Toxicology en octubre de 2013, no existe ninguna asociación entre el consumo de aspartamo y los problemas sanitarios que se le han atribuido como el cáncer, problemas cardiovasculares o partos prematuros.

Por otra parte, el edulcorante Stevia o llamado químicamente Rebaudósido A o E-960, es un edulcorante del que no podemos asegurar que sea mejor ni peor que el resto de edulcorantes, ni tampoco más sano, ni atribuirle propiedades curativas no probadas, sólo podemos afirmar que es inocuo siempre que se consuma por debajo de los 4 mg/kg de masa corporal diarios y que a pesar de contener glucosa en su estructura, no eleva el índice glucémico en sangre, por lo que es apto para personas con diabetes.

Por lo tanto, ninguno es superior al otro, todos son seguros (en la normativa europea todos llevan la denominación E que indica un estricto control de seguridad) pero, hasta la fecha, ninguno tiene propiedades mágicas más allá de los beneficios comentados en este artículo.

Tagatosa y sucralosa, los últimos en llegar

Dentro del mundo de los endulzantes artificiales, hemos visto como los últimos años han llegado varias novedades para suplir el consumo de azúcar blanco. De la sucralosa ya hablamos largo y tendido en este artículo, y para no alargarnos diremos que es un edulcorante artificial no calórico, que se obtiene directamente de la sacarosa, el azúcar de mesa común.

Su consumo es apto para personas celíacas y con diabetes, y está aprobado por la FDA, la FAO y otros organismos que regulan la seguridad en los alimentos. Tiene una capacidad endulzante muy superior al azúcar blanco por lo que las dosis son muy inferiores.

azucar y edulcorantes

De la tagatosa, sin embargo, todavía no habíamos hablado, así que nos extenderemos un poco más e intentaremos explicar con más detalle qué es, cuál es su origen y cuáles son sus características. Este monosacárido formado por 6 carbonos y un grupo de cetona posee casi el mismo poder endulzante que la sacarosa (un 92%) pero muchas menos calorías (sólo un 38% comparado con el azúcar blanco). Además, tiene una textura muy similar por lo que estaríamos hablando de obtener una capacidad edulcorante casi idéntica con menos de la mitad de calorías.

A diferencia de otros edulcorantes artificiales, la tagatosa proviene del azúcar de la leche. En su proceso de obtención se pierde toda la lactosa, por lo que las personas que tengan intolerancia a este componente no tendrán problema a la hora de consumirlo.

Su consumo también está aprobado por los principales organismos reguladores (FDA y WHO) con lo que se garantiza que no hay riesgo al ingerir alimentos que contengan tagatosa como edulcorante. Estudios como el realizado por investigadores de la universidad de San Sebastián, han demostrado que la tagatosa ayuda a controlar alteraciones del metabolismo de los carbohidratos como insulino-resistencia, intolerancia a la glucosa y Diabetes Mellitus tipo II, lo cual demuestra que su consumo es apto para las personas con diabetes.

¿Cuál es el sustituto del azúcar más utilizado?

A través de nuestra cuenta de Twitter hemos hecho una pequeña encuesta a nuestros seguidores, con la intención de saber qué sustituto del azúcar blanco es el que tiene más éxito entre los consumidores. Estos son los resultados:

Como vemos, la Stevia es la más utilizada por delante de una opción clásica como la sacarina. Otros edulcorantes menos conocidos como la Tagatosa apenas tienen representación, y el resto de usuarios utilizan otras alternativas a los que aparecen en la lista.

Como vemos, cada vez hay más variedad y alternativas al azúcar blanco, pero es importante conocer las características y diferencias entre cada uno de estos edulcorantes para poder escoger el que mejor se adapte a nuestras necesidades. Recordad que ante cualquier cambio en vuestra dieta o duda, lo mejor es que acudáis a vuestro médico o especialista.

 

Referencias:

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La información proporcionada en este artículo no reemplaza la relación entre el profesional sanitario y su paciente. En caso de duda, consulte siempre a su profesional sanitario de referencia.