Verduras y frutas típicas de invierno

Cada verdura pertenece a una estación diferente, por lo tanto, hay que ampliar nuestros conocimientos gastronómicos y elaborar menús más variados e interesantes.

Brócoli, una verdura de invierno

El verano ya queda lejos y hemos cruzado el ecuador del otoño, así que es hora de poner nuestra mirada en el invierno para que cuando llegue estemos bien preparados. No solo cambia la temperatura, sino que también puede variar nuestra dieta o los alimentos que la componen.

En artículos anteriores hemos comentado la importancia de consumir alimentos de temporada. Entre otras cosas, al comprar fruta y verdura en su época de cultivo natural, los encontraremos más sabrosos y económicos.

Hoy vamos a hablar sobre algunas de las frutas y verduras propias de la época más frío del año: el invierno. Esperamos que os animéis a cocinar algunos platos con estos alimentos tan sanos y nutritivos.

No olvidéis visitar nuestra sección de recetas para personas con diabetes para coger algunas nuevas ideas.

Calabazas, acelgas, col y muchas más

Una de las variedades de calabaza que se produce en otoño también puede encontrarse durante los meses de invierno. Se trata de la calabaza de invierno, calabaza butternut o butternut squash (Cucurbita moschata). Aunque la podemos encontrar durante todo el año en el mercado, es entre octubre y noviembre cuando están en su mejor momento.

Uno de los grandes beneficios de la calabaza es que aporta una gran cantidad de fibra soluble, la cual es muy beneficiosa para nuestro tracto digestivo. Además, contiene betacarotenos, una vitamina con acción antioxidante.

Calabaza

En este artículo no pueden faltar dos de las verduras por excelencia, con su color verde intenso: las acelgas y las espinacas. estas verduras contienen provitamina A y una cantidad considerable de ácido fólico, del grupo de las vitaminas B.

Con el frío, también llega la temporada de las verduras de la familia de las asteráceas. Son la alcachofa, el cardo, la alcachofa, la endibia y la escarola. Todas ellas tienen efectos diuréticos gracias a la gran cantidad de potasio que contienen. Además, son alimentos con un valor calórico muy reducido gracias a su alto contenido en agua.

Entre estas verduras quizá la menos conocida es el cardo. Muchas veces se comercializa también en conserva, y tiene efectos beneficiosos a nivel hepático (protege el hígado). Otra verdura de invierno muy desconocida es la borraja. Contiene mucho potasio y magnesio, por lo que tiene un alto poder diurético.

Escarola, una verdura de invierno

Pero si una familia de verduras no puede faltar en los menús de invierno es el de las crucíferas: todos los tipos de coles y brócolis. Cabe destacar que contienen compuestos de azufre, que son los causantes de su característico olor cuando se cuecen. Se recomienda cocer las crudíferas al vapor o, si se hierven, no hacerlo mucho rato.

Lo mejor es consumirlas «al dente» como se suele hacer en la cocina asiática. También hay que tener en cuenta que algunas crucíferas como el brócoli o la coliflor tienen un alto contenido en vitamina C, perfecto para mejorar la absorción del hierro.

Fruta de invierno

El invierno es una época en la que comer fruta es muy importante. El frío, los resfriados, las gripes… podemos ayudar a prevenirlas comiendo determinados tipos de fruta de temporada que sean ricas en vitamina C. Naranjas, mandarinas o pomelos son excelentes opciones, ricas en esta vitamina y en fibra.

También hay algunas variedades de pera, como la blanquilla o la conference, que podemos encontrarlas en invierno. Rica en potasio, betacarotenos y vitamina C, y con un alto contenido de fibra que las convierten en un alimento ideal para regular el tránsito intestinal.

Las naranjas son frutas de invierno

Las fresas, también con mucha vitamina C y fibra, las podemos encontrar de febrero a mayo, así que a finales de invierno ya podremos empezar a degustar una de las frutas más ricas y versátiles de todas.

Hay otras opciones menos conocidas, como los caquis, las granadas o las chirimoyas, todas ellas riquísimas y muy recomendables. Como vemos, el invierno es época de cítricos, pero tenemos una gran variedad para que todo el mundo tenga donde elegir.

Referencias:

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La información proporcionada en este artículo no reemplaza la relación entre el profesional sanitario y su paciente. En caso de duda, consulte siempre a su profesional sanitario de referencia.