¿Qué debo hacer para protegerme del sol y cuidar la piel?

Evitar quemarse la piel por una exposición prolongada al sol ha de ser uno de nuestros objetivos este verano. Con estos consejos estamos seguros de que lo tendrás más fácil.

Sigue estos 5 consejos para exponerte al sol y mantener tu piel sana

Con la llegada del verano llega el calor y el buen tiempo para pasar más horas paseando o haciendo actividades al aire libre. Esto conlleva exponernos más a los rayos solares.

Muchas veces se comete el gran error de solo usar protector solar cuando vamos a la playa o piscina, y olvidamos que al caminar por la calle o sentarnos en una terraza también corremos riesgos de quemarnos la piel. Por eso, es muy aconsejable que antes de salir de casa nos coloquemos protector solar para proteger nuestra piel.

La piel es el órgano más grande del cuerpo, y necesita que la protejamos adecuadamente. Aquí te presentamos algunos consejos que deberías considerar para cuidar tu piel y protegerla del sol:

5 consejos para tener una piel sana y protegida

1. Escoge el protector solar adecuado

Hay mucha variedad de protectores solares, pero siempre debemos buscar los de amplio espectro. Lo importante es que bloquee los rayos ultravioleta A y B, y a la vez, tenga un factor de protección solar de al menos 30. Ahora bien, si sabemos que vamos a estar mucho tiempo al aire libre es mejor usar protección 50.

Muchas personas creen que por aplicarse protectores menos fuertes se van a broncear más, lo que aumenta el riesgo de provocar daños en la piel.

2. Con una sola vez no es suficiente

Como hemos mencionado antes, hay que aplicarlo antes de salir de casa y repetir esta acción con frecuencia. No vale nada colocarse una sola vez protector. Una de las recomendaciones más frecuentes es que la primera puesta sea en la casa y luego repetir cada 2 horas o cada vez que salga del agua.

Por alguna razón siempre dejamos de cubrir bien la espalda, la parte de atrás de las piernas y las plantas de lo pies. Tampoco podemos olvidar de colocarlo en la parte superior de las orejas, entre los dedos, debajo de los brazos y también en el cuero cabelludo si tenemos poco pelo.

Evita tomar el sol en las horas de más calor

3. No olvides tus ojos

No cometas el error de colocarse protector solar en los parpados de los ojos, ya que al comenzar al sudar no puede caer una gota en el ojo provocando una fuerte irritación. Lo mejor para proteger los ojos es utilizar un sombrero, una gorra o gafas de sol, pero siempre algo que realmente nos proteja. Es por ello que es importante leer las etiquetas y que la misma indique que los lentes le protegen de un 99 a 100 por ciento.

4. Revise los pies.

A las personas con diabetes se les recomienda no andar descalzos, sobre todo si tienen la glucosa alta, mala circulación o poca sensibilidad. Este último caso puede acarrear que termine incluso con quemaduras de segundo grado si los pies pasan mucho tiempo expuestos. Si detectamos alguna herida que no sana, hemos de comunicárselo a nuestro médico lo antes posible.

5. Evita las horas fuertes de sol

Muchas personas buscan el sol para broncearse, y creen que exponiéndose a él en las horas más fuertes del día conseguirán hacerlo antes. La realidad es que debemos evitar exponernos al sol en horas puntas, es decir, entre las 12:00 y las 16:00 horas, ya que durante este periodo de tiempo el sol es más peligroso. Además, también hemos de tener en cuenta que en los días nublados los rayos ultravioletas también afectan a nuestra piel, así que ¡no te confíes!

¿Qué hago si me quemo?

Después de exponernos al sol siempre debemos aplicar crema hidratante para mantener el cuidado de nuestra piel.

En el caso de que el sol haya dañado la piel se ha de evaluar las áreas afectadas y utilizar productos hidratantes de aloe vera o especiales para la exposición solar. Si comienza a pelarse la piel, siempre es bueno colocarse loción constantemente con el fin de evitar que la piel se requiebre o se abra. Si la quemadura nos produce mucho dolor lo más recomendable es acudir al médico para comprobar que no hay daños mayores.

Referencias:

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La información proporcionada en este artículo no reemplaza la relación entre el profesional sanitario y su paciente. En caso de duda, consulte siempre a su profesional sanitario de referencia.