El papel del educador en diabetes

El perfil del educador en diabetes es cada día más importante gracias a su carácter multidisciplinar

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La diabetes puede involucrar a un gran número de profesionales que pueden estar relacionados con diferentes campos. Siempre decimos que existen tres pilares fundamentales: tratamiento, alimentación y actividad física; por este motivo, y dentro de cada uno de estos pilares, varios profesionales pueden intervenir.

Uno de los perfiles que puede estar involucrado y del que escuchamos hablar menos de lo que deberíamos, es el del educador en diabetes. Una figura que cumple varias funciones que son muy necesarias y que pueden ser de gran ayuda. Por eso, hoy nos gustaría hablar sobre su labor y su utilidad para las personas con diabetes.

¿Qué es un educador en diabetes?

Un educador en diabetes es una persona cuya formación y experiencia dentro del mundo de la diabetes, le permiten proporcionar consejo, ayuda y apoyo a otras personas con diabetes. Lo ideal es que tengan formación médica, y que estén especializados en alguna de las áreas claves de la diabetes como puede ser la nutrición, la psicología, la enfermería…

Su experiencia y conocimiento, junto a sus buenas habilidades sociales y comunicativas, hacen del educador un perfil muy valioso que permite guiar y acompañar a las personas con diabetes durante las diferentes etapas que pueden experimentar.

Era habitual que los educadores en diabetes fueran profesionales de la enfermería, pero cada vez es más habitual ver otros perfiles que ejercen este rol, y que están relacionados con las especialidades que comentábamos en párrafos anteriores.

Lo que sí es importante destacar es que un educador en diabetes, aunque también sea un profesional médico, nunca sustituye la labor de los diferentes perfiles que puedan participar en el tratamiento o gestión de la diabetes, sino que la complementa.

¿Qué hace o debería hacer un educador en diabetes?

Un educador en diabetes ha de conocer los diversos ámbitos que están relacionados con el día a día y la convivencia con diabetes. Aunque ya hemos destacado que no debe sustituir nunca a la figura principal responsable de la nutrición, el tratamiento o la actividad física que pueda estar presente, sí es importante que tenga suficiente conocimiento para poder proporcionar apoyo y consejo. Por supuesto, y en función de su especialidad, puede tener más o menos conocimiento en algún área concreta, pero es imprescindible que también sea conocedor de otros ámbitos.

Un educador en diabetes debería:

  • Ayudar a conocer mejor a la diabetes, causas, objetivos de control y otros aspectos del tratamiento.
  • Conocer las hipo e hiperglucemias y saber cómo reaccionar ante ellas. También ayudar en su prevención.
  • Conocer los diferentes elementos de gestión de la diabetes: desde sistemas MCG, hasta saber interpretar un diario manual de monitorización.
  • Conocer los elementos que participan en el tratamiento: bombas de insulina, plumas, MCG, insulinas…
  • Ayudar a establecer rutinas que mejoren el control de la diabetes
  • Ayudar y proporcionar apoyo moral y anímico en las diferentes facetas de la vida que pueden verse afectadas por la diabetes.
  • Conocer los grupos de alimentos para ofrecer consejo básico sobre qué es más o menos recomendable.

En resumen, un educador en diabetes es alguien que tenga suficientes conocimientos como para poder resolver dudas en determinados momentos, y a su vez, alguien que pueda servir de apoyo emocional y anímico ante situaciones clave como podría ser el debut u ocasiones en los que no conseguimos controlar nuestros niveles de glucosa (a pesar de estar actuando de forma correcta).

Desde Soluciones para la Diabetes queremos mostrar nuestro apoyo a un perfil como el del educador, que consideramos imprescindible a día de hoy por todos los beneficios que aporta a las personas con diabetes. ¡Gracias por vuestra enorme labor!

Referencias:

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La información proporcionada en este artículo no reemplaza la relación entre el profesional sanitario y su paciente. En caso de duda, consulte siempre a su profesional sanitario de referencia.