La diabetes suele estar rodeada de mucho desconocimiento, lo que lleva a muchas personas a tener ideas preconcebidas que no se ajustan a la realidad. Sucede con el tratamiento, con la insulina, y sobre todo con la alimentación. Los mitos y las falsas creencias son, por desgracia, algo muy habitual que solo puede mejorar gracias a la educación diabetológica.
La actividad física es, como solemos repetir a menudo, uno de los pilares fundamentales para la gestión de la diabetes, así como una excelente forma de mantenernos saludables y prevenir otras complicaciones. Pero incluso esto puede causar algunas dudas y cuestiones a las que hoy nos gustaría dar respuesta, ¡comenzamos!
Dudas sobre el ejercicio y la diabetes
A continuación veremos algunas preguntas habituales relacionadas con el ejercicio y la diabetes que esperamos os sirvan de ayuda para convenceros de que, si no hacéis deporte, deberíais empezar cuanto antes.
¿Por qué debo hacer ejercicio?
No solo las personas con diabetes deberían hacer ejercicio. Salvo que no podamos por algún motivo específico o nuestro profesional médico no nos lo recomiende, la actividad física siempre es recomendable. Nos ayudará a mantener estables nuestros niveles de glucosa, disminuirá el riesgo de problemas cardiovasculares, y nos permitirá controlar nuestro peso de forma más eficiente.
¿Cómo afecta el deporte a mi nivel de glucosa?
La glucosa es combustible para nuestro organismo. Cuando hacemos ejercicio recurrimos a la glucosa almacenada y la utiliza. Normalmente al hacer ejercicio el nivel de glucosa desciende, y este efecto puede darse hasta 24 horas después de hacer ejercicio por lo que es importante realizar mediciones para evitar una hipoglucemia. También es posible que, ante un esfuerzo intenso, aumente el nivel de glucosa al finalizar.
¿Puedo hacer deporte si mi nivel de glucosa es alto?
Siempre y cuando no esté por encima de 250mg/l podemos entrenar sin problema. Si estamos por encima no sería el mejor momento para hacerlo, pero por si acaso deberíamos hacer una medición de cetonas y asegurarnos de que su nivel en sangre no es elevado.
¿Cuánto ejercicio debo hacer?
Dependerá de nuestro estado de forma y nuestra capacidad, pero lo importante es hacer ejercicio con regularidad. Lo ideal es ejercitarse al menos 5 veces por semana a una intensidad moderada, durante al menos 30′. Caminar a paso rápido (como se hace en la marcha nórdica), pasear en bicicleta, nadar… Son ejemplos de ejercicio moderado.
Eso no significa que no podamos hacer otro tipo de ejercicios o que no sean también recomendables. En nuestra categoría de deporte encontraréis muchas opciones diferentes tanto para practicar en solitario como acompañados, y seguro que alguna os convence.
¿He de variar el tratamiento con insulina?
Es probable. Debido al incremento de actividad es probable que nuestro nivel de glucosa sea diferente y tengamos que adaptarnos a la actividad. Por supuesto, lo mejor es que nuestro profesional médico sea el que nos ayude a ajustar el tratamiento.
En función del tipo de deporte o ejercicio que hagamos, podemos necesitar unas pautas u otras. Recuerda: consulta con tu profesional médico.
¿Hay alguna hora mejor para entrenar?
Partimos de la base de que no todo el mundo tiene los mismos horarios y que no siempre podemos hacer deporte cuando queremos. Dicho esto, algunos estudios afirman que es mejor hacerlo por la mañana y otros por la tarde. Como no parece haber un consenso claro, lo mejor es ser constante y hacer ejercicio cuando podamos de forma regular.
Intenta que tu rutina de ejercicios forme parte de tu día a día, y si no puedes hacerlo cuando tenías previsto, adáptate. Ten en cuanto el efecto que produce el ejercicio en tu cuerpo, y ten también presente las comidas si lo haces antes o después de alguna.
¿He de hacer cardio o pesas?
Lo ideal es que trabajes tanto la resistencia como la fuerza, así que si puedes combinar, ¡hazlo! También dependerá un poco de nuestro estado de salud y nuestros objetivos, pero una mezcla de ejercicio aeróbico y anaeróbico aporta grandes ventajas.
Puedes hacerlo mediante deportes que ya combinen ambas, o dedicar días diferentes y trabajar de forma específica. Ten en cuenta que el ejercicio aeróbico y anaeróbico afectan de forma diferente a nuestro organismo, así que si puedes planifica bien tus sesiones y consulta con un especialista.
Estas son algunas de las preguntas más habituales con las que nos solemos encontrar. En caso de tener dudas a la hora de empezar una rutina de ejercicios, recordad que lo mejor es consultar con profesionales médicos y en este caso también del deporte. De esta forma evitaremos posibles complicaciones y también lesiones.
¡Y no os olvidéis de estirar y calentar correctamente antes y después de hacer ejercicio!
Referencias:
- A. Menarini Diagnisticos. Guía práctica de actividad física y diabetes. Consultado el 01 de octubre de 2020.
