Ritmo, sol e hidratación: el verano también es nuestro

Madre con su hijo a hombros disfrutan en un festival de música, están bebiendo agua

El verano ya suena fuerte. Las playas están llenas, las ciudades vibran con conciertos, y los festivales toman el relevo en todo el país. Desde el BBK Live en Bilbao hasta el FIB en Benicàssim, pasando por festivales boutique como el Cala Mijas o propuestas más urbanas como el Río Babel en Madrid, España se convierte en un escenario de emociones, luces y sonidos. Pero si convives con la diabetes, la fiesta también puede ser tuya… solo hay que saber prepararse.

El verano ya suena fuerte. Las playas están llenas, las ciudades vibran con conciertos, y los festivales toman el relevo en todo el país. Desde el BBK Live en Bilbao hasta el FIB en Benicàssim, pasando por festivales boutique o propuestas más urbanas como el Río Babel en Madrid, España se convierte en un escenario de emociones, luces y sonidos. Pero si convives con la diabetes, la fiesta también puede ser tuya… solo hay que saber prepararse.

Bailar sin perder el equilibrio (glucémico)

Las personas con diabetes tienen las mismas ganas (y derecho) de disfrutar del verano como cualquier otra. La música no entiende de glucosa, pero nuestro cuerpo sí. El calor extremo, la deshidratación, los cambios en la alimentación o los horarios alterados pueden afectar al control glucémico, así que merece la pena ir un paso por delante.

Planifica sin rigideces. Si vas a pasar muchas horas fuera, asegúrate de llevar contigo tu medidor, insulina o medicación, y algo para tratar posibles bajadas de azúcar. No se trata de ir cargado como si fueras de excursión a la montaña, pero sí de ser previsor.

Haz del agua tu aliada. En los festivales, el alcohol corre fácil, pero el agua no siempre. Y sin embargo, es lo que realmente necesita tu cuerpo para no entrar en riesgo de deshidratación, más aún si estás expuesto al sol o bailando durante horas. Lleva siempre una botella reutilizable si el recinto lo permite, y bebe agua aunque no tengas sed.

 

Comida callejera vs. decisiones inteligentes. Entre los food trucks y las opciones de comida rápida, puede ser complicado mantener una alimentación equilibrada. Apuesta por platos que combinen hidratos complejos (como bocadillos integrales, legumbres o arroz) con algo de proteína y verdura. Y si no puedes evitar ese capricho dulce, hazlo consciente y contrólalo con tu medicación, si procede.

Golpes de calor: un enemigo silencioso

Desde finales de junio, las temperaturas en muchas regiones españolas superan los 35 ºC. Y esto no solo es incómodo: puede ser peligroso. Las personas con diabetes tienen mayor riesgo de sufrir un golpe de calor, debido a que la deshidratación puede alterar los niveles de glucosa y afectar la capacidad del cuerpo para regular su temperatura.

Claves para prevenirlo:

  • Evita la exposición prolongada al sol entre las 12 y las 17 h.

  • Usa ropa ligera, transpirable y de colores claros.

  • Lleva sombrero o gorra y gafas de sol.

  • Busca zonas de sombra con frecuencia.

  • Si sientes mareo, náuseas o confusión, no lo ignores: para, hidrátate y busca asistencia si es necesario.

Conectar con la música… y contigo

Los festivales son más que música: son experiencias. Compartes tiempo con amigos, descubres artistas nuevos, y te das permiso para salir de la rutina. Y eso también es salud. Estar bien contigo mismo, con tu cuerpo y con tu diabetes forma parte de ese equilibrio que a veces cuesta tanto encontrar.

Si decides disfrutar del verano con música de fondo, hazlo a tu manera, con alegría y responsabilidad. Recuerda que no estás solo: cada vez más festivales se esfuerzan por ser accesibles y amigables con todo tipo de públicos. Consulta en sus webs si hay zonas de descanso, asistencia sanitaria o posibilidad de llevar alimentos o medicación personal.

Cantante Rosalen, actuando en el Festival de Barbastro 2025
Cantante Rosalen, actuando en el Festival de Barbastro 2025. (fOTO GaeaPeople)

¿Y si lo convertimos en rutina?

Las buenas prácticas que aplicas en verano pueden acompañarte todo el año. Hidratación constante, escucha activa de tu cuerpo, planificación sin rigidez, disfrutar del presente sin castigar al futuro. Porque cuidar de ti no está reñido con pasarlo bien.


En pocas palabras: El verano es para todos, también para quienes viven con diabetes. Con sentido común, previsión y actitud positiva, puedes disfrutar de los festivales, el calor y la música sin poner en riesgo tu salud.

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La información proporcionada en este artículo no reemplaza la relación entre el profesional sanitario y su paciente. En caso de duda, consulte siempre a su profesional sanitario de referencia.