La retinopatía diabética: Consejos y complicaciones

La retina tiene la función de transformar la luz que entra en el ojo, en señales nerviosas que nuestro cerebro pueda asimilar y descifrar como imágenes.

Cuidados oculares en diabetes

La retinopatía diabética es causada por la afectación de los vasos sanguíneos de la retina y es la principal causa de ceguera en las sociedades occidentales. El riesgo su padecer una retinopatía diabética proliferativa (la forma más grave y avanzada de la enfermedad) se incrementa considerablemente en los casos de una diabetes mal controlada durante largos periodos de tiempo, y puede afectar tanto a personas con diabetes tipo 1 y diabetes tipo 2.

No hay que alarmarse si en algunas ocasiones hemos notado la visión borrosa por un breve periodo de tiempo, esto generalmente es debido a una hiperglucemia puntual en la que el cristalino del ojo no puede cambiar de forma por el exceso de azúcar y agua, y no se trata del mismo problema que la retinopatía diabética.

Síntomas de la retinopatía diabética

Tal y como nos indica la Sociedad Española de diabetes es muy importante el cuidado de los ojos, por este motivo comparte este folleto con toda la información necesaria sobre posibles alteraciones de los ojos y sus respectivos tratamientos.

Es muy importante llevar el control de la salud ocular con un especialista, ya que en la mayoría de los casos, no se presentan síntomas hasta que la lesión en los ojos ya es de carácter grave.

La retinopatía diabética es causada por la afectación de los vasos sanguíneos de la retina y es la principal causa de ceguera en las sociedades occidentales. 

Los principales síntomas son:

  • La presencia de sombras o áreas de visión
  • Pérdidas en nuestro campo visual
  • La dificultad para ver cuando es de noche
  • La presencia en nuestro campo visual de las llamadas moscas volantes.

La retinopatía diabética tiene cuatro etapas, en función de cuán avanzada se encuentre:

  • Retinopatía no proliferativa ligera. La etapa más temprana en la que empiezan a aparecer los microaneurismas, que son pequeñas áreas inflamadas con ampollas en los vasos sanguíneos de la retina.
  • Retinopatía no proliferativa moderada. En la que algunos vasos sanguíneos de la retina empiezan a obstruirse.
  • Retinopatía no proliferativa severa. La obstrucción de cada vez más vasos sanguíneos evita que la sangre llegue a la retina, creando la necesidad al organismo de desarrollar nuevos vasos sanguíneos.
  • Retinopatía proliferativa. Se han creado nuevos vasos sanguíneos debido a la obstrucción dada etapas anteriores, siendo éstos frágiles y anormales, creciendo a lo largo de la retina y de la superficie del gel vítreo. Si estos nuevos vasos sanguíneos se rompieran, podría gotear sangre causando pérdida severa de visión o ceguera.

Tratamiento

Posiblemente el buen control de la diabetes sea el único tratamiento que el oftalmólogo nos recomiende para los casos de retinopatía diabética temprana (fase inicial). Si la enfermedad está en una etapa más avanzada, lo más probable es que requiera cirugía.

En cualquier caso, el mejor tratamiento para esta patología es la prevención, que implica acudir a exámenes oftalmológicos a menudo, una vez al año como mínimo, o más frecuentemente si el especialista nos lo aconseja.

Si quieres saber más sobre el cuidado de tus ojos, podéis consultar este artículo en el que damos algunas pautas para evitar posibles complicaciones en el futuro.

Referencias:

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La información proporcionada en este artículo no reemplaza la relación entre el profesional sanitario y su paciente. En caso de duda, consulte siempre a su profesional sanitario de referencia.