Qué relación hay entre la diabetes y el ictus

Es ictus es una enfermedad cerebrovascular que presenta una alta prevalencia en personas con diabetes

Como muchos ya sabréis, las personas con diabetes tienen un riesgo mayor a la hora de padecer ciertas complicaciones. Al margen de las causadas o relacionadas directamente con la diabetes, de las que os hemos hablado muchas veces en Soluciones para la Diabetes, existen otras que también es importante conocer.

Tras la hipertensión y la anemia, y más recientemente del Coronavirus por la situación en la que estamos todavía inmersos, nos gustaría hablar de la relación entre la diabetes y el ictus, sus factores de riesgo y cómo actuar para prevenir este tipo de accidente cerebrovascular.

¿Qué es el ictus?

El ictus es un término que hace referencia a cualquier obstrucción brusca de un vaso sanguíneo (trombosis o embolias), a una rotura (como un derrame), o a ambas (apoplejías).

En función del origen del problema que cause el accidente cerebrovascular agudo, podremos hablar de dos tipos:

  • Ictus isquémico si hablamos de una obstrucción que cause un infarto cerebral.
  • Ictus hemorrágico si hablamos de una rotura que cause una hemorragia cerebral.

Este tipo de accidentes cerebrovasculares suponen la primera causa de mortalidad en mujeres en España, y la tercera en hombres, habiendo llegado a las 27.000 muertes anuales por esta causa.

Además, hay que tener en cuenta que los supervivientes de un ictus pueden presentar secuelas que pueden llegar a ser discapacitantes.

La rápida reacción ante la aparición de un ictus es vital para minimizar el impacto e incluso salvar la vida de la persona que lo está sufriendo, pero sus síntomas no son tan fácilmente reconocibles como los de otros problemas cardiovasculares como un infarto.

Estos síntomas son:

  • Pérdida de visión de un ojo o de los dos
  • Inestabilidad, mareo y desequilibrio brusco
  • Pérdida de fuerza en la cara y en las extremidades de un lado del cuerpo
  • Dificultad para hablar
  • Sensación de hormigueo y pérdida de sensibilidad en la cara y en las extremidades de un lado del cuerpo
  • Dolor de cabeza intenso y repentino

Ante cualquiera de estos síntomas hay que actuar con rapidez. Incluso si son pasajeros, lo recomendable es ir al médico y que evalúe nuestro estado.

En cuanto a la prevención, hay que tener en cuenta diversos factores de riesgo que pueden propiciar la aparición de este tipo de accidentes cerebrovasculares. La Federación Española de Daño Cerebral (FEDACE) recomienda:

  • Llevar una dieta equilibrada y saludable
  • Mantenerse activos físicamente
  • Eliminar el consumo de tabaco y alcohol en la medida de lo posible
  • Evitar el consumo de drogas
  • Controlar la tensión arterial y el colesterol
  • Controlar el peso para evitar la obesidad

Como vemos, estas mismas recomendaciones podrían aplicarse a las personas con diabetes para ayudarlas a mantenerla bajo control.

Ictus y diabetes

Aunque a primera vista pueda parecer que no tengan relación, la realidad es que sí. La diabetes puede afectar al funcionamiento de los vasos sanguíneo, aumentando el riesgo entre 2 y 4 veces de sufrir un ictus.

Actualmente, más de 24.000 personas con diabetes sufren un ictus al año en España. También es la causa del 20% de fallecimientos en personas con diabetes, siendo el tipo isquémico el más habitual frente al hemorrágico.

Algunos factores de riesgo que pueden propiciar que una persona con diabetes sufra un ictus son:

  • Tiempo que hace del diagnóstico de la diabetes
  • Sobrepeso, causado por una mala alimentación o por el sedentarismo del que ya os hemos hablado anteriormente en soluciones
  • Alimentación, otro pilar fundamental en el tratamiento de la diabetes
  • Hiperglucemias
  • Y otros anteriormente descritos en el punto anterior y que aplican tanto para la diabetes como para el ictus como la dislipemia o evitar el tabaco, el alcohol y las drogas

A todo esto hay que añadir una mayor afectación por ictus en mujeres, que en caso de sufrir un ictus isquémico aumenta en un 72% el riesgo de muerte los cinco siguientes años, en comparación al 22% de los hombres.

Como vemos, la diabetes y el ictus tienen mucha más relación de la que parece a simple vista. Es importante seguir las recomendaciones que nos haga nuestro médico o especialista con el fin de minimizar el riesgo de padecer complicaciones derivadas, o incluso de sufrir un ictus.

Referencias:

Compartir artículo

La información proporcionada en este artículo no reemplaza la relación entre el profesional sanitario y su paciente. En caso de duda, consulte siempre a su profesional sanitario de referencia.