¿Por qué hemos de rotar la zona donde inyectamos la insulina?

Rotar la zona donde nos pinchamos insulina es importante, tanto para evitar problemas derivados de pincharnos constantemente en el mismo sitio como para mejorar el efecto de la insulina.

Sistemas de inyección de insulina

Las personas con diabetes, especialmente aquellas con diabetes tipo 1, son insulinodependientes. Su páncreas no produce suficiente insulina o directamente no produce, y para asegurar que la glucosa penetre en las células y funciona como energía para nuestro organismo, esta hormona es imprescindible.

Para conseguir este objetivo existe el tratamiento con insulina. Este tratamiento está enfocado a suplir la carencia de esta hormona mediante su inyección de forma externa ya sea a través de plumas de insulina, bombas, u otros sistemas más actuales como los sistemas de monitorización continua.

Ya hemos hablado anteriormente de la historia de la insulina y los diferentes tipos que existen, por lo que no nos extenderemos en estas cuestiones que podéis consultar tanto en estos artículos como en nuestra guía práctica de la insulina que podéis descargar en PDF para tener siempre a mano.

Hoy nos interesa conocer los efectos de los constantes pinchazos sobre nuestro cuerpo, y destacar la importancia de rotar las zonas donde los efectuamos para minimizar estos efectos.

¿Pincharme insulina es malo?

No, por supuesto que no. De hecho, si necesitamos insulina es imprescindible mantener la adherencia al tratamiento establecido por nuestro profesional médico o especialista en diabetes. Lo que sí hemos de controlar, especialmente si nos inyectamos insulina varias veces al día, son los posibles errores a la hora de inyectarla y también rotar la zona donde lo hacemos.

Cómo inyectar la insulina

La zona donde nos inyectamos insulina es importante, porque su efectividad o rapidez de absorción puede variar:

  • La absorción más rápida se da en la zona del abdomen (con separación del ombligo)
  • En los brazos es algo más lenta
  • En el muslo todavía un poco más lenta
  • Y en la nalga es la zona más lenta de todas

También puede variar la zona en función de la necesidad que tengamos. Si queremos una rápida absorción nos inyectaremos la insulina en el abdomen, pero si no queremos que sea absorbida tan rápido podemos optar por alguna de las otras zonas.

Ahora bien, aunque tengamos unas zonas concretamos donde inyectarnos y ahora que conocemos un poco cómo pueden variar los efectos en función de estas, es importante tener claro que la rotación es un factor a tener muy en cuenta.

¿Por qué rotar la zona de inyección?

Al margen de lo que hemos comentado anteriormente sobre cómo varían los efectos en función de la zona de inyección, los pinchazos constantes en una zona concreta pueden causar ciertos perjuicios.

El más habitual es la formación de depósitos o bultos de grasa (lipidistrofia). Esto, además de afectar estéticamente, también ralentiza la acción de la insulina al suponer un impedimento para su absorción.

También puede hacer que los datos obtenidos tras hacer mediciones posteriores a una inyección no sean del todo fiables, e incluso sufrir hipoglucemias aparentemente poco lógicas.

Carmen Yoldi, especialista y educadora en diabetes del CIDI de Sant Joan de Déu, nos da las siguientes pautas para una correcta rotación en la inyección de insulina:

  • Realizar una exploración de la zona donde vamos a hacer la inyección para ver si localizamos bultos o durezas
  • Inyectar siempre en las zonas recomendadas que hemos descrito anteriormente
  • Cambiar la zona en función de la hora/necesidad 
  • Dejar un espacio de 1 o 2cm entre inyecciones en la misma zona
  • Cambiar de lado cada semana para dar descanso a una zona en su totalidad

Estas serían las principales recomendaciones para evitar complicaciones derivadas de un exceso de inyecciones en una zona determinada. Carmen Yoldi complementa diciendo que podemos reservar las nalgas para las inyecciones de insulinas más lentas, o incluso llevar un control en nuestra hoja de registro para poder recordar con precisión donde ha sido cada inyección.

Como veis, y aunque pueda parecer tedioso, es importante hacer una correcta rotación de las zonas donde nos pinchamos insulina para evitar complicaciones y mejorar nuestro control sobre la diabetes.

Y como siempre recordamos, ante cualquier duda o consulta sobre el tratamiento es imprescindible acudir a nuestro profesional médico o especialista en diabetes. Solo ellos podrán modificar nuestras pautas si hay algo que no esté correcto.

Referencias:

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La información proporcionada en este artículo no reemplaza la relación entre el profesional sanitario y su paciente. En caso de duda, consulte siempre a su profesional sanitario de referencia.