La ciencia que viene: innovaciones que pueden cambiar la vida con diabetes

una doctora concentrada mirando a través de un microscopio

Hace un año, en diciembre de 2024, la Fundación DiabetesCERO publicó un informe pionero: “Más allá de la insulina”, que dibujaba el primer mapa real de la diabetes tipo 1 en España.

Hoy, octubre de 2025, queremos mirar atrás y recordar qué nos contó ese trabajo, publicado en diciembre 2024, por la Fundación DiabetesCERO pero también ver qué ha cambiado y qué novedades científicas han surgido este último año.

Porque la diabetes tipo 1 no es solo una cifra en un informe: son miles de niños, adolescentes y adultos que conviven cada día con esta enfermedad crónica. Sus familias, sus médicos y la sociedad entera compartimos el reto de mejorar la calidad de vida y, sobre todo, de acercarnos al día en que hablemos de una cura.

Lo que nos dejó el informe en 2024

El informe de Fundación DiabetesCERO fue un antes y un después porque recopiló, por primera vez, datos dispersos y entrevistas a expertos para mostrarnos la realidad de la diabetes tipo 1 en España:

  • 6.000 nuevos diagnósticos cada año en España, de los que entre 1.200 y 1.500 corresponden a niños y niñas menores de 15 años.

  • La incidencia es mayor en los más pequeños: 18,8 casos por cada 100.000 menores de 14 años.

  • En 2022 había 166.564 personas con diabetes tipo 1 en nuestro país, un 0,36 % de la población.

  • Cada año, el número de personas con diabetes tipo 1 crece un 2,5 %, mucho más rápido que la población general (0,6 %).

  • La esperanza de vida de una persona con diabetes tipo 1 en España era de unos 76 años, con 16 de esos años marcados por complicaciones derivadas de la enfermedad.

  • Las complicaciones más frecuentes seguían siendo: retinopatía, nefropatía, neuropatía, infarto de miocardio, ictus y amputaciones.

  • El informe pedía con urgencia más recursos para la investigación y un registro nacional de diabetes tipo 1 que unificase la información a nivel estatal.

Todo ello reflejaba que la diabetes tipo 1 es mucho más que una “enfermedad de niños”: es un problema de salud pública que exige recursos, investigación y acompañamiento constante.

Octubre 2025: ¿qué ha cambiado en un año?

Un año después, algunos de los puntos que subrayaba aquel informe han empezado a tomar forma:

1. El Registro Nacional de Diabetes tipo 1 empieza a consolidarse

El registro no es una idea nueva: fue presentado por la Sociedad Española de Diabetes (SED), la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN) y la Sociedad Española de Endocrinología Pediátrica (SEEP) en 2022. En 2024, el informe lo recogía como una necesidad pendiente de desplegar.

En este 2025 ya podemos decir que algunas comunidades autónomas han comenzado a sumarse al registro y a reportar datos de forma más homogénea. Aún no está implantado en todo el país, pero se empieza a ver un movimiento real que permitirá en pocos años comparar cifras entre regiones y diseñar mejores políticas sanitarias.

2. Avances en investigación

La propia Fundación DiabetesCERO continúa financiando proyectos punteros. Este último año se han publicado resultados preliminares de terapias innovadoras:

  • Nanopartículas que reeducan el sistema inmunitario para evitar el ataque a las células beta.

  • Células de piel convertidas en células productoras de insulina, con modelos experimentales prometedores.

  • Microbioterapias que buscan modular la flora intestinal como vía de prevención y tratamiento.

Son pasos pequeños, pero firmes, hacia una terapia curativa

3. Innovación tecnológica al servicio de los pacientes

En 2025 han seguido ganando espacio las pulseras y dispositivos inteligentes que no solo miden la glucosa, sino también parámetros cardiovasculares.
También los llamados gemelos digitales —modelos virtuales de cada paciente— están empezando a usarse en ensayos clínicos, para prever la evolución individual y ajustar tratamientos.

4. Prevención y diagnóstico precoz

Otro de los grandes avances es la identificación de biomarcadores que anticipan hasta siete años el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2. Aunque este hallazgo está centrado en tipo 2, los expertos creen que en el futuro podría aplicarse también en la detección temprana de la autoinmunidad que precede a la diabetes tipo 1.

El papel de las familias y la sociedad

Más allá de cifras y avances tecnológicos, la diabetes tipo 1 sigue siendo una enfermedad que se vive en casa, en el colegio y en la consulta médica. El informe de 2024 ya lo decía: el cuidado debe ser multidisciplinar e incluir endocrinólogos, pediatras, psicólogos, nutricionistas, educadores y, sobre todo, a las familias.

Las asociaciones de pacientes, como FEDE o DiabetesCERO, han seguido reclamando más apoyo psicológico y educativo para las familias. Porque convivir con la diabetes tipo 1 implica mucho más que controlar la glucosa: es aprender a hacerlo compatible con la vida.

En pocas palabras

  • El informe “Más allá de la insulina” (2024) puso sobre la mesa que en España hay más de 166.000 personas con diabetes tipo 1, con un crecimiento del 2,5 % anual.

  • En 2025, el Registro Nacional de Diabetes tipo 1 empieza a consolidarse con la participación de algunas comunidades, aunque aún queda camino.

  • La investigación avanza con terapias celulares, microbioterapias y nanopartículas que podrían cambiar el futuro.

  • La tecnología se convierte en aliada: pulseras inteligentes, gemelos digitales y biomarcadores que permiten soñar con un diagnóstico más temprano

Pero el día a día sigue estando en manos de las familias, los profesionales y la educación diabetológica.

 

Referencias:

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La información proporcionada en este artículo no reemplaza la relación entre el profesional sanitario y su paciente. En caso de duda, consulte siempre a su profesional sanitario de referencia.