La calidad del sueño puede predecir tu glucosa

Consejos para un sueño reparador

Dormir bien no es solo placentero, sino que es un marcador de salud. De hecho, a partir del año 2022 la American Heart Association incluyó la cantidad y calidad del sueño como un marcador de salud cardiovascular y metabólico. En este articulo hablaremos de la especial atención que debemos presentar en la diabetes tipo 1.

Sabemos que el 35% de las personas sufren de una mala calidad del sueño. Los problemas del sueño en la actualidad están asociados al estrés del día a día, al uso de pantallas, y a la carga laboral o familiar. También el jetlag social (fin de semana y festivos que vamos a dormir más tarde y dormimos más horas) tiene una implicación en la inconsistencia del sueño.

La privación en la cantidad y/o la calidad del sueño se relaciona con la diabetes de diferentes formas. A nivel fisiológico elevando la glucosa, el cortisol y la HbA1c y disminuyendo la sensibilidad a la insulina. También a nivel conductual mostrando peores elecciones alimentarias, menos practica de actividad física y comportamientos o actitudes desafiantes y hostiles. Por otro lado, a nivel cognitivo reduciendo la actividad neuronal, afectando a la flexibilidad cognitiva y a la atención. Por último, a nivel de salud mental aumentando la sintomatología depresiva y el riesgo de suicidio.

A pesar de las mejoras en los regímenes de tratamiento de los últimos años y el avance tecnológico, solo el 21% de los adultos con diabetes tipo 1 reportaron alcanzar el objetivo glucémico (1). El sueño y los disturbios en los ritmos circadianos se han asociado con la glucosa y son objetivos potencialmente modificables para mejorar el control de la glucosa en personas con diabetes tipo 1. Por ejemplo, la restricción del sueño (comparando 4h vs 8 h de sueno) supone una disminución de la sensibilidad a la insulina (2). también un tiempo del sueño irregular se asocia con mayor variabilidad de la HbA1c (3). Por otro lado, un sueño suficiente (de más de 6h) se asocia con menor valor de HbA1c (4) y patrones de actividad-sueno consistentes se asocian con menor riesgo de hiperglucemia (5).

Algunos datos interesantes son que el 40% de los adultos con diabetes tipo 1 dicen dormir menos de 6 horas por noche (4) y más de la mitad que su patrón de sueño es irregular (3).

Se presentó en el congreso de la American Diabetes Association en San Diego este mismo año una ponencia de la Dra. Pamela Martyn-Nemeth de la Universidad de Illinois en Chicago. En ella, nos explicaba un estudio reciente donde casi 100 personas con diabetes tipo 1 fueron incluidas y se observó que existía una asociación entre la variabilidad del sueño y la variación glucémica y el tiempo en rango. Además, las personas que presentaban más de una hora de variación en el sueño presentaban una HbA1c superior (6.6 vs 7.1%).

En cuanto a las recomendaciones de los más pequeños, sabemos que la American Sleep Association describe un sueño diario combinado (incluyendo siestas) entre 10 y 13 horas para niños de 3-5 años, de 9 a 12 horas entre 5 y 12 años y de 8 a 10 horas para los adolescentes de 13 a 18 años (6).

Pero, sabemos que los niños con diabetes tipo 1 tienen una restricción de unos 30minutos menos de sueno al día (7). En concreto se ha explicado que es un círculo vicioso durante el día el estrés mental de padecer diabetes tipo 1 que puede afectar a la adherencia y ambos afectaran al control e la glucosa. Todo ello afectara en el momento de la noche a la duración y a la cantidad de sueño de los más pequeños (8).

Algunos puntos claves para poder mejorar la calidad y cantidad del sueño en niños y adultos es:

  • Tener horarios de ir a dormir y despertarse consistentes incluidos los fines de semana y festivos
  • Mantener una rutina saludable antes de ir a la cama (por ejemplo: ducharse habitualmente, ponerse el pijama al ir a dormir, leer un libro, etc)
  • Dormir suficiente, lo que supone 7-8 h adultos y entre 8-13h en niños dependiendo de la edad
  • En adultos, si no consigues dormir en 20minutos es importante evitar dar vueltas y frustrarnos por lo que se aconseja levantarse de la cama y volver a intentarlo pasados unos minutos.
  • Limitar la exposición a luz brillante por las noches (televisión, móvil o tablets)
  • No consumir comidas muy pesadas justo antes de acostarse
  • Evitar el consumo de estimulantes (cafeína, te) al menos 5 horas antes de acostarse

Bibliografía

  1. Foster: Diabetes Techonology & Therapeutics, 21 (2):66-72, 2019
  2. Donga et al: Diabetes Care, 33:1573, 2010.
  3. Chotong et al, J Sleep Research, 25:438, 2016
  4. Reutrakul et al, Sleep Medicine, 23:26, 2016
  5. Griggs et al, Chronobiol Int, 38:1477, 2021.
  6. Paruthi, J Clin Sleep Med, 2016
  7. Reutrakkal, Sleep Medi, 2016
  8. Monzon et al, Pediatr Diabetes, 2019

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