Grasa abdominal, un riesgo para tu salud

La grasa abdominal es un indicador de nuestro estado de salud, y puede suponer un mayor riesgo de padecer complicaciones cardiovasculares, respiratorios e incluso diabetes.

Hombre midiendo perímetro abdominal

El perímetro de la cintura puede servir como un indicador para medir nuestra salud. La grasa abdominal es un factor de riesgo para determinadas patologías asociadas a la obesidad y el sedentarismo, como puede ser la hipertensión arterial, gota o la misma diabetes.

Las recomendaciones de la OMS indican que hemos de empezar a preocuparnos si el perímetro de nuestra cintura supera los 88 cm en caso de las mujeres y 102 cm en hombres.

Es importante conocer los riesgos asociados a la grasa abdominal, así como algunas formas de combatirla. Eso sí, a pesar de algunas creencias o mitos no hay forma de eliminar grasa de forma localizada.

Las recomendaciones de asociaciones médicas y profesionales de la salud siempre irán enfocadas a reducir la grasa a nivel general, lo que repercutirá de forma positiva en nuestra salud.

Los riesgos de la grasa abdominal

Más allá del mero componente estético que supone la pérdida de peso, la principal razón por la que hemos de andar con cuidado con nuestro índice de masa corporal (IMC) y sobre la localización de la grasa que tenemos, es la salud.

El Estudio de Nutrición y Riesgo Cardiovascular en España (ENRICA) revela que la obesidad abdominal afecta al 40% de mujeres y al 32% de los hombres.

Aunque la grasa, por normal general e independientemente de donde esté localizada, aumente el riesgo de tener la presión elevada, de padecer problemas de corazón y de desarrollar diabetes, la grasa abdominal puede causar otros problemas.

Este tipo de grasa hace que aumente el riesgo de:

  • Sufrir enfermedades cardiovasculares
  • Resistencia a la insulina y mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2
  • Cáncer colorrectal
  • Hipertensión arterial
  • Problemas del sueño como apnea

Medir el perimetro de la cintura

Cuando la grasa se encuentra en la zona abdominal puede producir hormonas llamadas citosinas, que con el tiempo pueden hacer que nuestro organismo desarrollo resistencia a la insulina.

El hecho de que este tipo de grasa sea más dañina se debe a lo que se conoce como grasa visceral. A diferencia de la subcutánea, que se encuentra entre la piel y los músculos, la visceral se acumula en los órganos. En la zona abdominal está el intestino y el hígado, órganos de gran importancia, y la acumulación de grasa puede afectar a su funcionamiento.

Prevenir y reducir la grasa abdominal

Como decíamos al inicio del artículo, no es posible reducir grasa de forma localizada. La Fundación Española del Corazón recomienda, ante todo, llevar un estilo de vida saludable que implique una dieta sana y actividad física en la medida de lo posible.

No difiere mucho de las recomendaciones habituales a personas con diabetes, que además del tratamiento tienen la alimentación y la actividad física como pilares fundamentales para mantenerla bajo control.

Otras recomendaciones son:

  • Mantenerse siempre hidratado para evitar retener líquidos.
  • Combinar ejercicio aeróbico con entrenamiento de fuerza, para aumentar el gasto calórico y fortalecer los músculos.
  • Evitar el estrés.
  • Evitar el tabaco (esto es siempre recomendable independientemente de nuestra condición).
  • Vigilar nuestra postura corporal para evitar favorecer la acumulación de grasa abdominal.
  • Evitar las grasas saturadas y carnes procesadas, así como las bebidas azucaradas.

Es importante que midamos nuestro perímetro abdominal para asegurarnos que no estamos en medidas consideradas de riesgo. Recordad que las medidas máximas son:

  • 88cm en mujeres
  • 102cm en hombres

Superar estas medidas indicarían un exceso de grasa a nivel general, lo que aumentaría el riesgo de padecer las complicaciones que hemos descrito anteriormente. También comentar que los hombres son más propensos a acumular grasa en esta zona, así que han de cuidarse más en este aspecto.

Como siempre, ante cualquier duda o consulta lo más recomendable es consultar con vuestro médico especialista. El principal objetivo es mantenerse sano a través de la dieta y la actividad física, pero si hay cualquier otro aspecto que deba valorarse ha de ser siempre bajo supervisión médica.

Referencias:

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La información proporcionada en este artículo no reemplaza la relación entre el profesional sanitario y su paciente. En caso de duda, consulte siempre a su profesional sanitario de referencia.