Entrenamiento de fuerza y diabetes

Entrenamiento de fuerza para la diabetes

La actividad física puede ayudarnos a mejorar el control de nuestra diabetes, y es una herramienta fundamental junto con el tratamiento y la alimentación para mejorar nuestra calidad de vida.

Del mismo modo que existen muchos tipos de alimentos y de dietas, también existen muchas formas de hacer ejercicio. A diferencia de la alimentación, y salvo que tengamos algún problema físico que nos lo impida, cualquier actividad física siempre repercutirá positivamente, de una forma u otra, en nuestra salud.

Hoy nos gustaría hablar sobre un tipo de entrenamiento específico, y sobre si es beneficioso para mejorar el control de nuestra diabetes como ha demostrado serlo el entrenamiento aeróbico: el entremiento de fuerza.

Qué es el entrenamiento de fuerza

El entrenamiento de fuerza es aquel que está compuesto por ejercicios que consisten en vencer una resistencia superior a la del músculo. Estos ejercicios están orientados a obtener mayor fuerza y resistencia muscular, causando un estímulo que genera una respuesta de adaptación.

Más allá de la hipertrofia muscular, y de mejorar una capacidad básica y muy necesaria como es la fuerza, el entrenamiento de fuerza ofrece muchos otros beneficios que lo convierten en una opción interesante a tener en cuenta.

Beneficios del entrenamiento de fuerza

  • Incremento de la masa y fuerza muscular.
  • Mejora la salud de nuestros huesos gracias al aumento de la densidad ósea que puede proporcionar el entrenamiento de fuerza. Eso ayuda a disminuir el riesgo de osteoporosis y otros problemas en los huesos.
  • Incrementa la tasa metabólica basal, ayudando a quemar más calorías en reposo y contribuyendo a la pérdida de peso.
  • Contribuye a la mejora de la postura y la estabilidad, evitando lesiones y mejorando el rendimiento en otras actividades físicas.
  •  Ayuda a prevenir algunas enfermedades crónicas, como la diabetes tipo 2, o problemas cardiovasculares.

Estos son solo algunos de los beneficios del entrenamiento de fuerza, pero existen otros como la mejora en la propia imagen, la reducción del estrés y la ansiedad, la mejora en el humor gracias a la liberación de endorfinas, y también un mejor descanso.

Entrenamiento de fuerza y diabetes

Las personas con diabetes pueden realizar entrenos de fuerza sin ningún tipo de problema, salvo que un profesional médico les haya recomendado lo contrario por algún motivo particular.

De hecho, el entrenamiento de fuerza también aporta beneficios interesantes para mejorar el control de la diabetes, como veremos a continuación

  • Mejora la resistencia a la insulina. La resistencia a la insulina se da cuando las células de nuestro organismo no responden bien a la insulina, dificultando que estas utilicen la glucosa como combustible.
  • Reduce los niveles de glucemia: Mejorar la resistencia a la insulina también ayuda a reducir los niveles de glucosa en sangre.
  • Reduce los niveles de colesterol: El colesterol malo (o colesterol LDL) puede afectar al control de la diabetes, por lo que reducirlo, y aumentar el nivel de colesterol bueno o HDL, evitará problemas como la dislipidemia diabética.
  • Ayuda a controlar el aumento de peso: El sobrepeso dificulta el control de la diabetes, y también es un factor de riesgo para el desarrollo de la diabetes tipo 2, por lo que cualquier actividad que ayude a controlar el peso o reducirlo, es positiva.

El entrenamiento de fuerza es una opción interesante que aporta mucho más que beneficios estéticos, como hemos visto. Consultar con un entrenador profesional puede ayudarnos a evitar lesiones y a planificar un entrenamiento de fuerza que nos permita alcanzar nuestros objetivos. La constancia, realizar bien los ejercicios, y una buena rutina, serán buenos aliados.

Y recordad que la alimentación es una parte fundamental del tratamiento de la diabetes, pero también para la actividad física, ya que nos ayudará a tener la energía necesaria para progresar.

Referencias:

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La información proporcionada en este artículo no reemplaza la relación entre el profesional sanitario y su paciente. En caso de duda, consulte siempre a su profesional sanitario de referencia.