Cómo curar las lesiones del pie diabético

El pie diabético es una complicación grave de la diabetes que conviene conocer para prevenir y saber tratar

Cuidado de los pies

El pie diabético es una afección que pueden padecer las personas con diabetes, y que puede darse por una o varias condiciones previas, como la neuropatía diabética o problemas de circulación (enfermedad arterial periférica).

Las personas con diabetes han de tener especial cuidado con los pies, como recomendamos en nuestra guía práctica sobre el cuidado de esta parte del cuerpo. Si tenemos diabetes y observamos alguna herida, inflamación, o deformidad en el pie de la que no tuviéramos constancia previamente, es importante visitar a un médico para que realice las comprobaciones necesarias.

Conviene recordar, que el pie diabético es una complicación grave de la diabetes, que puede llegar a causar la amputación del miembro si no se cura correctamente, por lo que es importante tener especial cuidado si apreciamos alguna anomalía. La prevención es un aspecto clave, así que ante la mínima sospecha, no lo dejes pasar.

Pero, ¿y si tenemos pie diabético? ¿Cómo hemos de proceder? Como siempre, lo primero es acudir al médico para que te dé las pautas indicadas para llevar a cabo los cuidados necesarios. A continuación veremos cuáles son.

Tratamiento del pie diabético

Las personas con pie diabético pueden ver cómo aparecen heridas y úlceras en los pies, que no acaban de curar bien y que no cicatrizan correctamente. Callos con sangre seca dentro, piel enrojecida o adolorida en los pies, o ampollas que no sanan bien, son otros síntomas. Con la pérdida de sensibilidad que podemos experimentar si padecemos neuropatía periférica, puede ser difícil apreciar si hay heridas, cortes, u otras lesiones, que puedan derivar en una infección.

Esto, unido a las dificultades cardiovasculares, puede causar el deterioro del músculo, la piel, y otros tejidos, llegando a morir. Por esta razón, es importante revisar los pies si tenemos diabetes, para asegurarnos de que no hay ninguna anomalía que no tuviéramos anteriormente.

La prevención será la primera línea de tratamiento para evitar, en la medida de lo posible, la aparición de heridas o úlceras en los pies:

  • Revisa tus pies con frecuencia. Busca heridas, cortes, o anomalías que puedan indicar que algo no es correcto.
  • Mantés tus pies limpios y secos. La limpieza de los pies es vital, así como secarlos correctamente una vez limpios.
  • Ayuda a mantener una buena circulación. Mueve los pies con regularidad si estás sentado mucho rato, masajéalos si es necesario, o álzalos de vez en cuando.
  • Evita la presión en los pies. Evita calcetines o medias que compriman mucho los pies, y utiliza un calzado correcto.
  • Evita el exceso de calor o frío. Protege la piel de los pies si hace mucho sol, y cúbrelos bien del frío que puede resecar la piel y facilitar que se agriete.
  • Mantén tus niveles de glucosa dentro de lo establecido. Los niveles altos de azúcar pueden causar complicaciones que faciliten la aparición del pie diabético.

La prevención es vital, pero si ya hemos detectado alguna herida, y siempre bajo supervisión de un profesional médico, podemos:

  • Mantener una correcta higiene del pie. Esto incluye, igual que antes, el corte y aseo de las uñas (ni muy largas ni muy cortas), llevar a cabo las curas establecidas por el médico con los productos adecuados, y mantenerlo limpio y seco.
  • Reducir la presión. El reposo es la forma más efectiva de reducir la presión en el pie, por lo que se evitará apoyarlo mientras el médico así lo recomiende.
  • Usar un calzado adecuado. El pie debe transpirar, si hay una herida todavía más. Se debe utilizar un calzado cómodo, que no ejerza presión en el pie, o roce al usarlo. Si la herida se está curando, sobre todo.

En caso de infección, es probable que el médico recomiende un tratamiento con antibióticos, pero bajo ninguna circunstancia debemos iniciar este tipo de tratamientos por nuestra cuenta.

El cuidado de los pies es mucho más importante de lo que podría parecer para las personas con diabetes, así que como hemos repetido en varias ocasiones durante el artículo, ante la mínima sospecha o duda, acude a un profesional de la salud para que revise tus pies.

Referencias:

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La información proporcionada en este artículo no reemplaza la relación entre el profesional sanitario y su paciente. En caso de duda, consulte siempre a su profesional sanitario de referencia.