Alteración del sueño en cuidadores de personas con diabetes

La responsabilidad de los cuidados de una persona con diabetes, puede tener efectos negativos sobre nuestro descanso.

Persona cansada

La diabetes es una enfermedad crónica que requiere de constancia y autocontrol de forma periódica para evitar complicaciones. Planificar las comidas, el tratamiento, la actividad física a realizar que pueda afectar al control, la existencia de otras enfermedades que puedan afectar a nuestra glucemia…

Las personas adultas, y muchos niños mayores y adolescentes, pueden ser suficientemente responsables para poder mantener su diabetes bajo control. Sin embargo, existen situaciones en las que la persona con diabetes requiere de cuidados y supervisión. Es aquí donde entra la figura de la persona cuidadora, que en muchas ocasiones es un miembro de la familia, o incluso un profesional que se dedique a ello, como ocurre con algunas enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer.

Este tipo de labor supone una gran responsabilidad y una preocupación añadida, que puede derivar en problemas para la persona cuidadora. Hoy nos gustaría hablar sobre los trastornos del sueño que un cuidador puede padecer.

El papel del cuidador y el impacto en el sueño

Las personas que, ya sea por edad, o por algún problema físico o de salud mental que les impida ser responsables de sí mismas, no son capaces de llevar un correcto autocontrol de su diabetes, necesitan ayuda y supervisión. Como hemos comentado anteriormente, la diabetes es una enfermedad crónica que requiere de control diario en diversos aspectos, y si la persona que la padece no puede hacerse cargo de esas tareas, el cuidador o cuidadora ha de ocuparse.

La constante vigilancia y la responsabilidad del manejo de la diabetes de otra persona, pueden afectar a la salud del cuidador, llegando incluso a causar alteraciones en el sueño. Estas alteraciones pueden venir causadas por alguna de las siguientes razones:

  • Aumento de la preocupación y la ansiedad: Uno de los principales causantes de un sueño poco reparador, es el aumento de la preocupación y la ansiedad. El estrés puede impedir un descanso reparador, manteniéndonos despiertos y con dificultades para conciliar el sueño.
  • Interrupciones nocturnas: Las hipoglucemias nocturnas, el temor a que el nivel de glucemia se descontrole mientras la persona con diabetes duerme, estar demasiado alerta a cualquier posible señal, o levantarse para ayudar en alguna tarea relacionada con la diabetes, pueden causar que interrumpamos el sueño con frecuencia, haciendo que no descansemos bien y que nos cueste volver a dormir.
  • Mayor carga de trabajo: La responsabilidad de los cuidados de otra persona, unido a la carga habitual de trabajo, puede suponer un mayor estrés y agotamiento físico.

No poder descansar bien puede acarrear problemas en la persona cuidadora, entre los que destacan los siguientes:

  • Problemas de salud mental y emocional: La falta de sueño puede propiciar la aparición de algunos problemas relacionados con la salud mental y emocional, como la ansiedad, la depresión, y la apatía o agresividad.
  • Problemas de salud física: Descansar es vital para que, mientras dormimos, nuestro organismo lleve a cabo tareas de reparación y mantenimiento de funciones básicas que tienen lugar en nuestro cuerpo. No descansar bien impide que se hagan correctamente, aumentando el riesgo de enfermedades cardiovasculares o endocrinas, entre otras.
  • Problemas de atención, memoria y deterioro cognitivo: No dormir bien por las noches puede causar que estemos menos atentos y espabilados durante el día, pudiendo olvidar cosas importantes, o dificultando la rápida y efectiva toma de decisiones.

Consejos para dormir mejor

En Soluciones para la Diabetes hemos destacado anteriormente la importancia de conseguir un sueño reparador, y aunque a menudo es más fácil decirlo que hacerlo, estos son algunas recomendaciones que pueden ser de utilidad para que nos cueste menos conciliar el sueño.

  • Limita la cafeína y otros estimulantes, como la teína
  • Limita el consumo de alcohol las horas antes de ir a dormir
  • Crea un ambiente relajante y cómodo para dormir
  • Limita el uso de pantallas antes de ir a dormir
  • Intenta establecer una rutina horaria que puedas mantener
  • No comas demasiado antes de dormir y deja que pase cierto tiempo después de comer
  • Si te cuesta dormir, levántate y haz alguna tarea sencilla para que te entre sueño.

Estas son recomendaciones generales, que no implican el consumo de medicamentos o suplementos que nos ayuden a descansar mejor, y que siempre deberán ser pautados por un profesional médico.

El descanso es fundamental si queremos mantenernos saludables, y cobra más importancia si somos responsables de otra persona que necesita que estemos en una buena condición para contribuir a su cuidado.

Referencias:

Compartir artículo

La información proporcionada en este artículo no reemplaza la relación entre el profesional sanitario y su paciente. En caso de duda, consulte siempre a su profesional sanitario de referencia.