Depresión y diabetes, ¿por qué van de la mano?

El diagnóstico de la diabetes supone a menudo un duro golpe para aquellas personas que la padecen, e incluso para el entorno más cercano puede suponer un impacto difícil de asimilar.

Depresión y diabetes

El debut supone asimilar una serie de cambios y nuevas rutinas que no siempre resulta una tara fácil para todo el mundo, es por esto que depresión y diabetes van a menudo de la mano.

La depresión es habitual que aparezca en personas con enfermedades crónicas que implican ciertos cambios en nuestra vida. Ya hablamos anteriormente en Soluciones para la diabetes del impacto psicológico que esto supone y de las etapas que componen este proceso.

Relación entre depresión y diabetes

Parece evidente que una enfermedad que dure toda la vida pueda afectar a la salud mental. No es raro en absoluto, y por tanto la diabetes, como cualquier otra patología crónica, puede provocar distintas reacciones en los pacientes. La depresión es una de ellas.

Esta afección crónica requiere de unas pautas muy marcadas, así como de mantener -si ya se tienen- o mejorar -en caso de que no- unos hábitos de vida concretos. Alimentación, ejercicio, tratamiento son pilares básicos para el tratamiento y mejora de la enfermedad.

Un estudio realizado por la Asociació Catalana de Diabetis publicado en Diabetis Avui -y que podéis encontrar en este enlace- arroja datos claros sobre la relación entre depresión y diabetes.

Concretamente, y según los datos obtenidos a través de este estudio, se habla de que los pacientes con diabetes tienen el doble de riesgo de padecer también depresión.

Dependiendo del tipo de evaluación sintomatológica efectuada sobre el paciente con diabetes –escalas autoaplicadas o entrevistas diagnósticas- los datos sobre prevalencia de depresión pueden variar un poco.

relación entre depresión y diabetesLas escalas autoaplicadas muestran cifras más elevadas de depresión al evaluar síntomas de forma más genérica y que no permiten obtener un diagnóstico clínico como cuando se realiza una entrevista diagnóstica. Aun así, los datos de prevalencia son igualmente altos: 31% en las escalas autoaplicadas y 11% en entrevistas.

En cuanto a la diferencia entre pacientes con diabetes tipo 1 o tipo 2, la prevalencia queda en un 21% y un 27% respectivamente. E igual que sucede entre la población que no padece la enfermedad, las mujeres tienen un riesgo superior al de los hombres: 28% y 18%.

Riesgos en la adhesión al tratamiento

¿Qué pasa cuando una persona con diabetes no se encuentra motivada o, directamente, sufre depresión? Hacer frente a la enfermedad no es fácil, pero si se siguen todas las pautas la calidad de vida de los pacientes puede mejorar mucho.

Uno de los principales problemas, que también recoge el estudio, hace referencia a la adhesión al tratamiento en aquellas personas que padezcan ambas enfermedades.

Una vez más, independientemente del tipo de diabetes, los datos se muestran claros en cuanto al impacto negativo que la depresión ejerce en el control de la enfermedad.Esto implica un peor control metabólico y un mayor riesgo de padecer complicaciones derivadas de la diabetes como retinopatías o problemas cardiovasculares.

Como podéis comprobar, no es solamente el estado de ánimo el que se ve afectado sino que la depresión también puede poner en riesgo y empeorar otras afecciones.

Esto nos da una idea aproximada de cuan unidas están estas dos enfermedades. De hecho, se dice que la relación es bidireccional ya que los pacientes con depresión también tienen más riesgo de padecer diabetes y no solo a la inversa.

Nuestra intención es poner de manifiesto que existe una relación clara entre depresión y diabetes. En el estudio del que ya habíamos hablado previamente hay mucha más información técnica por si queréis descargarlo y ampliar conocimientos.

Si quieres obtener más información sobre la diabetes, consulta todas nuestras guías en la biblioteca de Soluciones para la diabetes.

Referencias:

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La información proporcionada en este artículo no reemplaza la relación entre el profesional sanitario y su paciente. En caso de duda, consulte siempre a su profesional sanitario de referencia.